Especial
Entre amigos
Belén Arjona jugaba en casa y entre amigos. Madrid se convirtió en escenario de uno de los últimos conciertos del año de presentación de <i>Infinito</i> con la presencia de grandes invitados.
Belén Arjona presentaba anoche en Madrid su nuevo trabajo discográfico, Infitino. En el que tal vez sea uno de sus últimos conciertos del año, la solista había escogido un escenario idóneo. Su ciudad natal, que siguió de cerca su nacimiento musical allá por 2003 con O te mueves o caducas, se convirtió ayer en testigo improvisado de un muy buen directo en el que estuvo rodeada por algunos de sus grandes amigos.
Durante toda la actuación, la cantante fue respaldada no sólo por los músicos que conforman su banda habitual, a los que evidentemente el escenario se les quedaba pequeño, sino también por algunos de los nombres con los que ha colaborado en sus dos álbumes de estudio. Nilo Mur y Pablo Cebrián (Fábula) o Daniel Marco, vocalista de Despistaos, rayaron a gran altura durante sus interpretaciones a dúo.
Pero no sólo se hizo sentir la presencia física de estos artistas sino que la madrileña no se olvidó de rendir merecido tributo a la música en la que hunde sus raíces. The final countdown (Europe), Y lloré (version del clásico Crying de Aerosmith) o Vivir sin aire (de los no menos clásicos Maná) se convirtieron a la postre en parte de los momentos estelares del concierto.
Arjona aprovechó entonces para fustigar a los más de 200 espectadores presentes ayer a base de "latigazos capilares" gracias a su larga y rubia melena. Conquistados ellos y entregadas ellas, los anfitriones sacaron a pasear el Rock & Roll que corre por sus venas y se marcaron un par de trallazos como Sangre en la nevera, Loca o Infinito, que llegaron casi al éxtasis cuando se dio paso a los dúos con Iván Mur (Cabaret), Daniel Marco (El chaval) y Pablo Cebrián (Mi absolución), esta última en un formidable formato acústico.
Casi no hubo tiempo para más mientras que la noche avanzaba a ritmo de medios tiempos y baladas con toque "arjonero" como No habrá más perdón, Abre los ojos o Sola otra vez. Hubo detalles por pulir como una mejor preparación del sonido que en ocasiones hacía que la instrumentación sonara por encima de la voz de la propia Belén. Un pequeño borrón que no empaña un concierto convertido en una fiesta entre amigos. Entre muy buenos amigos.