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Como en casa
Depeche Mode, que ofrecerá ocho conciertos en España este año, recaló los pasados días 6 y 7 de febrero en el Palacio de los Deportes de Madrid para presentar sus nuevas canciones, las de <i>Playing the angel</i> (2005)
En un concierto de Depeche Mode, como dice su canción, todo cuenta. Nada es en vano, está todo milimetrado, calculado y nada (o casi nada) se deja a la improvisación. La banda lleva unos cuantos meses de rodaje de su nuevo espectáculo y eso queda más que patente tanto en la compenetración entre los músicos como con el resto del equipo técnico.
Dave Gahan, Martin L. Gore y Andrew Fletcher (Fletch, para los amigos), respalados por un virtuoso baterista cuyo ritmo parecen seguir las máquinas y no al revés, como suele ser habitual, y un teclista, regresaron una vez más a España para sentirse de nuevo como en casa. Y es que Depeche Mode tiene en nuestro país una de las legiones de seguidores más nutridas de Europa, que, en lugar de menguar, crece más año tras año.
Touring the angel 2005-2006, la nueva gira del trío de Basildon sirve como excusa para presentar las canciones de su nuevo álbum, el oscuro, místico e industrial Playing the angel (2005), que parece regresar a sus raíces. De hecho, su show, realizado con una estética futurista domindada por unas pantallas de vídeo colocadas de forma desigual al fondo del escenario, habla por sí solo de su austeridad.
Gahan, Gore y Fletcher, entrados de lleno en la cuarentena, parecen vivir una tercera juventud con su nuevo tour. Los dos cantantes del grupo (Martin aprovecha para interpretar algunas de sus mejores canciones como la sublime Home o A question of lust) son los auténticos maestros de ceremonias. Siempre ha sido de esta manera. Y Fletch, el calculador, el cerebro financiero, se mantiene en su segundo plano, casi sin moverse, aumentado así su índice de grasa corporal. A diferencia de sus dos compañeros de fatigas (además del baterista), físicamente no tiene ningún desgaste.
Depeche Mode basa su directo, de unas dos horas de duración, sobre todo en sus grandes éxitos conseguidos, no sin esfuerzo, en el último cuarto de siglo. De los 22 temas que se compone el repertorio (durante la gira utilizan tres listados distintos) sólo seis pertenecen a Playing the angel. El resto son auténticos clásicos del pop/rock de finales del siglo XX como A question of time, Enjoy the silience, Just can't get enough, I feel you, Everything counts o Personal Jesus, entre otros.
Aunque están en plena forma (Gahan derrocha energía y pierde bastante peso después de su actuación) y su directo es muy generoso, se echaron de menos algunos giños al pasado y canciones emblemáticas como People are people, Master and servant, Shake the disease o Strange love. En cualquier caso, siempre es un placer reencontrarse con el pasado viviendo el presente.