Un paseo por el recuerdo
La formación liderada por Ville Valo aterrizaba en Madrid para ofrecer la primera de sus dos actuaciones en España dentro de la gira de presentación de su último trabajo discográfico, <i>Dark light</i> (2005). Aunque a juzgar por lo visto y oído, sus canc
Esperada visita la de HIM a nuestro país. Aún más si cabe si se tiene en cuenta que hacía casi medio año que el nuevo trabajo discográfico de la banda finlandesa había visto la luz. El público ansiaba poder disfrutar con las diez nuevas canciones incluidas en el álbum Dark light (2005). Como viene siendo tradición en sus últimas visitas a la península, el papel estaba agotado y todos aguardaban una noche mágica en la madrileña sala La Riviera.
Una hora antes del comienzo de la actuación, el aforo del recinto ya estaba completo ofreciendo a The Natural Project, grupo telonero, la posibilidad de lucirse ante unos espectadores sedientos de música. Hubo que esperar 15 minutos de retraso para que la formación liderada por Ville Valo hiciese acto de presencia sobre un escenario cuidadosamente trabajado para la ocasión.
Tal y como mandan los cánones, la oscuridad se hizo dueña de la sala mientras cuatro gigantescas lámparas de araña ascendían de la nada. De riguroso negro, gafas oscuras y con su eterno gorro, el vocalista abría con Rip out the wings of a butterfly (un auténtico pelotazo) el repertorio que se prolongaría durante una hora y media y casi una veintena de canciones.
Tal vez por falta de espacio o tal vez por su carácter, el líder de HIM apenas se separaba de su micrófono mostrando una mayor complicidad con sus músicos que con un público que no paraba de corear sus canciones. Fueron escasas las ocasiones en las que se dirigió a sus incondicionales, y más bien hacia el final de la actuación cuando en el aire ya se podía olisquear el éxito del concierto. Pese a todo, su inconfundible y profundísima (casi infernal) voz bastaba para llenar el escenario sin demasiados alardes expresivos.
Cigarrillo en mano y desprovisto de su chaqueta, Ville Valo continuó desgranando buena parte de sus nuevos temas: Behind the crimson door, Killing loneliness, Play dead o Vampire heart. Pero el auténtico peso del directo recayó sobre su extensa lista de éxitos en sus más de diez años de carrera. Soul on fire, Razorblade kiss, It's all tears, Your sweet 666 o la irrepetible Join me, con la que conquistaron Europa a finales de los 90, desataron la locura entre los allí presentes.
Una estupenda combinación de rock potente con espacio para canciones más melódicas como esa fascinante versión del Wicked game de Chris Isaak, o incluso The sacrement, con la que HIM dio paso a un único pero extenso bis. En él la banda finlandesa terminó por desmelenarse mostrando su faceta más oscura, versión de Ramones incluida (Poison heart) y haciendo un guiño a Black Sabbath, para no olvidar que lo suyo siempre ha sido el rock gótico.