James Morrison: "Me sentí orgulloso de ser el Mejor Solista en los Brits 2007"
El músico británico charló ayer con sus fans a través de los40.com
Y muchos más que están por llegar si hacemos caso de sus próximos proyectos que incluyen un segundo álbum: "Tendrá canciones más alegres, más up-tempo, menos dulces. El sonido va a ser un poco más agrio. Tengo muchas ideas para nuevas canciones y a finales de agosto tendré algo de tiempo para empezar a constuirlas. He practicado pero de momento no hay ninguna canción real. Quizá lo publique en algún momento del verano del año que viene, de todas formas lo haré cuando crea que estoy listo".
De momento, el británico sigue disfrutando del éxito alcanzado con Undiscovered, su álbum debut, y You give me something su tema más popular. "Es como la principal canción de amor, es como querer a alguien sin decírselo, es como negar que quieres a alguien, como si un chico joven tuviera su primera relación de amor. Mi meta era que la gente se identificara con mis canciones pero aún me queda mucho por aprender".
En España la acogida ha sido excelente y el músico ya piensa en girar por nuestro país donde hasta el momento solo ha ofrecido conciertos aislados como el de anoche en la sala Joy Eslava de Madrid.
LOS40
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Había expectación ante la primera actuación de James Morrison en nuestro país. Y no sin motivo. Quienes habíamos tenido la oportunidad de verlo en directo habíamos podido disfrutar de un cantante portentoso, con una volcánica voz que no se queda corta ante la de monstruos sagrados con los que es comparado habitualmente (Van Morrison o Rod Stewart, entre ellos). Este jueves en la sala Joy de Madrid, el de Rugby volvió a hacer una exhibición de su don vocal, aunque el sonido tirando a deficiente no dejó apreciar del todo sus matices.
Morrison hizo un repaso de su álbum Undiscovered ante el deleite de los sus nuevos fans españoles que celebraron especialmente temas como el que el da título al disco o sus dos singles Wonderful world y You give me something. El momento de la noche fue cuando James Morrison, agradeció su cariño al público de la manera en que mejor sabe expresarse: cantando a capella una especia de discurso improvisado.
