Ha nacido el rock de cámara
El segundo álbum de esta pandilla de jóvenes gallegos afincados en Madrid venía apuntando maneras. En una primera escucha, The 6th is the 7 te suena a tantas cosas que no sabes dónde encajarlo. Y luego piensas que podrías estar ante un género propio y que, desde luego, Jugoplastika no es una banda de música de modas. Dentro de la mimética del disco se instala uno de sus temas más cuidados: Pula, brillante por su soft psicodelia, guitarras estrambóticas que ahogan lo mismo que descongestionan.
Ruidismo fatal que dirían algunos, pero que en cualquier tema de Jugoplastika suena a la música más independiente hecha en este país (indie, sí) que puedes tirarte a la cara. Porque este segundo suena más contundente y definido y no sólo busca la belleza sino que además la encuentra sin ningún esfuerzo. Es lo que ocurre por ejemplo en Send Oil (ZEN), sin duda el singlelazo.
El experimento y el ?a ver qué pasa? mezclado con el rollo lo fi funciona porque sí, porque ya era hora de mimar el odio con ruidismo sensato. Y da la impresión de que las canciones son piezas inconexas que alcanzan la armonía precisamente gracias al desconcierto.
Quizá The 6th is the 7 sea un disco hecho por jóvenes de espíritu adolescente que quieren recrear su rabia punk en canciones pop, experimentales y rock out. Ojo con By your side. Por momentos, también parece que estamos ante un disco de rock de cámara, si es que el rock de cámara existe. Bienvenido al mundo Jugoplástika.