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Indie patrio por un tubo en la undécima edición del festival Sonorama
Lori Meyers, NajwaJean, Sidonie, Iván Ferreiro o Deluxe engatusan a los miles de seguidores del pop en castellano
Había ganas de ver a Matthew Cawsy los suyos sobre un escenario, y con su rock amago de noise consiguieron sorprender bastante. Sin embargo, no consiguieron juntar más público que un Iván Ferreiro desaforado. El ex Piratas demostró que tiene más fans que nadie pese a seguir sin cuajar en la esfera del indie bailongo. Para muchos, estuvo soporífero. Todo lo contrario que Lori Meyers. No hay concierto en el que uno se resista a mover lo que sea. Brillantísimos sobre todo, desde las nuevas incorporaciones a la banda. Quizás también bailamos mucho con Sidonie. Los barceloneses volvieron a ser de lo más precisos sobre el escenario.
Para sorpresas la de NajwaJean. La por igual querida y odiada Najwa Nimri sucumbió a las artes que la suelen distraer de la música y fue capaz de ofrecer uno de sus mejores directos en mucho tiempo. No falló, estuvo interesante y sensual y lo más importante de todo, cantó. Más gratas sorpresas las de los conciertos de día en el centro de Aranda de Duero. Paliamos el sofocante calor durante el día con la ingenuidad de los más noveles, que no por ello menos profesionales. El viernes por la mañana compartían cartel Stereotypo, Dinero y Rusian Red mientras que al día siguiente la nueva promesa del Indie rock en español se cernía sobre Aranda. Se hacen llamar Vetusta Morla y había tantísima, tantísima gente que había asistido solo para verles que ya no cabía nadie más.
A los vetustos se les había dado mucho bombo y platillo y cumplir cumplieron. Por la noche, hizo lo propio Jet Lag. Se les había tenido en el punto de mira por subir como la espuma y durante su actuación del sábado en el escenario Ribera del Duero callaron más de una boca.
Esteticismo y rock ambulante el de Krakovia, esa banda de bandas que hizo lo que pudo en el escenario Carson, sí, el temido por todo el mundo, el del polideportivo, que volvió a pecar de una acústica nefasta. Aún así pareció que sonaron algo mejor que Triángulo de Amor Bizarro el día anterior, que tuvieron muy mala fortuna. Mientras, los djs preparaban las sesiones que nos retumbarían en la cabeza el resto de la madrugada. Los actorazos de Ordovás, Julio Ruíz y Chema Rey a los platos. Luego solo nos quedaba desmontar la tienda y volver a casa tarareando alguna canción. Hasta el año que viene Sonorama.