Mónica Naranjo: siniestra total
Suspendida en el aire, como saliendo de las tinieblas. Así daba comienzo el concierto de Mónica Naranjo en Madrid siete años después.

La Naranjo comenzaba fuerte desde las alturas. Sin olvidar quien es ella se lanzó a por la gloria desde la primera canción. Un Desátame o un Pantera en libertad con buenas dosis de teatralidad y danza oscura siempre vienen bien para espabilar a un público que dormitaba hacía 7 años.
Tras su rimbombante aspecto, traje negro de bombachos y una melena leonina impresionante, Mónica hizo las delicias de un Palacio de Los Deportes casi lleno con su barroquismo ilustrado. Vimos a la Mónica Naranjo más animal, y supimos entonces que Tarántula no respondía a ningún orden aleatorio. Pudimos oír temas antiguos adaptados a guitarras estruendosas que rockerizaron cada tema. Aparecieron también samples en muchas canciones donde no los había.
Amor y lujo fue una de las grandes lindezas de su último disco aunque esperó hasta el final para lanzar la gran Europa, esa que suena a fiera. Quiso inyectar el aspecto siniestro a toda su banda y no dejó títere con cabeza. Teclista, guitarristas, baterista y actores varios bebían del neogótico de la Naranjo sin inmutarse.
LOS40
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