Keane se reinventa con nuevo sonido anoche en Madrid
La Rivera acogió anoche la visita de Keane con todas las entradas agotadas, 2500 personas disfrutaron con la actuación de los reinventados británicos
Los fans que acompañaron anoche a Keane aseguran que Perfect symmetry, el disco que vinieron a presentar, es el mejor trabajo de los británicos, y pronostican que este será el álbum que definitivamente los encumbre, tras el bajón que sufrieron con su flojo segundo disco y unos macroconciertos en estadios donde se perdía el sonido tan personal y la voz de Keane.
Los británicos vuelven a salas medianas, y han abandono lo que era la marca inequívoca de su álbum debut Hope And Fears con el que alcanzaron el éxito, un pop intimista e intenso donde la voz, el piano y la batería eran las armas con las que conquistaron al mundo. Keane se reinventa con la incorporación de un nuevo sonido, la presencia de las cuerdas, guitarra y bajo, que llenaron el escenario de un sonido mas potente y completo del que presentaban en sus otros álbumes.
La incorporación de Jesse Quinn al bajo y a los coros, en los que participan ya los 4 británicos, se confirmó ayer como un acierto, mas voces, cuerdas y teclado, otorgan al nuevo sonido de Keane mas fuerza y consiguen unas canciones menos planas y lineales.
LOS40
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El espectáculo de un poco mas de una hora comenzó con la locura desatada entre algunas féminas cuando vieron aparecer a un recuperado Tom Chaplin, y entre gritos de sus jóvenes admiradoras, Keane abrió con una bonita y perfecta The lovers are losing .
El repertorio fue amplio y previsible, dieron un paseo por sus tres discos, las canciones favoritas del público con un sonido inmejorable pero sin ninguna sorpresa. Tocaron todos los singles y el próximo en salir, que dá titulo a su disco, Perfect symmetry. Hubo momentos especialmente buenos con Again and again, This is the last time o You haven't told me anything y Chaplin brilló con un solo a la guitarra cantando Ben and Break. Luego un bis más que esperado con Black burning heart ,Is it any wonder, y Keane terminó echando el telón con Bedshaped.
El público disfrutó con las canciones de Tom Chaplin y los suyos, pero una fría y demasiado metódica actitud en el escenario, impidió que la Riviera vibrase apasionadamente con los que se postulan como referentes del pop británico, parece que tras la tormenta sufrida estos últimos años, Keane se recupera centrándose en regalar a sus seguidores profesionalidad y música de calidad sobre el escenario, dejando de lado la improvisación y la complicidad necesaria para volver loco al público, ahuyentando fantasmas del pasado.
