Lily Allen: La cocaína no es buena, yo la tomé por depresión
Tras las duras críticas recibidas por decir que la cocaína no es tan mala, ahora Lily recula y asegura que su consumo no es bueno y que se sintió presionada a hacerlo en una mala etapa de su vida.

Los periódicos británicos llevan varios días haciendo correr ríos de tinta debido a las polémicas declaraciones que realizó Lily Allen, siempre en el ojo del huracán por sus escándalos.
La joven que conquisto al mundo con Smile, realizó unos comprometidos comentarios en un publicación inglesa de la que el sensacionalista The Sun se hizo eco, dejando al descubierto el delicado jardín en el que Lily se ha metido.
La joven decía cosas como estas: ""la historia que todo el mundo vende en los medios de comunicación sobre las drogas es que son muy malas y que te matarán, que te convertirán en un camello, en un violador o una prostituta. Pero no es cierto. Me gustaría que la gente dejara de lado sensacionalismos a la hora de hablar de drogas", aseguraba Allen a Word
"Conozco a multitud de personas que toman cocaína unas tres noches por semana y a la mañana siguiente se van a trabajar sin problemas", continuaba Lily.
"Nunca escuchamos el otro lado de ciertas historias. Me gustaría que la gente dejara de sensacionalizar tanto el hecho de consumir drogas."
Continuaba las declaraciones especificando su caso personal y confesaba haber consumido siendo adolescente, y que incluso llego a tener problemas para dejarlas, pero que fue por la presión social a la que una joven débil y en depresión como ella se siente sometida: "Ya no tomo drogas, aunque solía hacerlo. He tomado cocaína" admite, "pero no me gustó mucho la experiencia. Creo que la tomé porque quería ser como los demás, no sentirme sola ni rechazada".
En Inglaterra, un país en el que está prohibido el consumo de drogas, han puesto el grito en el cielo debido a la juventud de Lily Allen, y la ingenuidad y poca solidaridad ante el grave problema que la dependencia a las drogas genera en la sociedad y los afectados.
Las asociaciones contra la drogadicción la han acusado de hacer apología de las drogas y de dañar a los jóvenes que estén pasando una situación difícil.
Por estas acusaciones, la cantante británica ha tenido que desdecirse, y variar su discurso. Aclaró públicamente que ella nunca había dicho que las drogas eran buenas y que lo sentía mucho por las familias y afectados destrozados por el abuso de sustancias ilegales.
Lily Allen es, al igual que otra británica, Amy Winehouse, protagonista de portadas sensacionalistas debida a sus continuos escándalos por su agitada vida privada (hace días se la ha fotografiado besándose con un millonario de 45 años en el Caribe) y sus polémicas declaraciones: Lily defendió a Amy hace poco diciendo que la diva del soul no estaba tan destrozada por las drogas como la prensa decía y que seguía siendo una gran persona y artista, desmarcándose de la evidencia generalizada de que el estado de salud de su amiga deja mucho que desear( de hecho, Amy ha viajado también al Caribe pero a recuperarse de su adicción tras ser ingresada en el hospital).