Se desata el Madonnismo en el concierto de Barcelona
Por fin la estrella volvía a <b>Barcelona </b>después de <b>8 años </b>y cumplía las expectativas de las más de 45.000 personas con un concierto de más de dos horas
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Los fans reunidos en Barcelona vieron aparecer a la Reina del Pop sentada en un trono, con sombrero de copa, corpiño, levita y botas. A partir de ahí, la artista no dio tregua. Cantó, bailó e impuso un ritmo frenético sobre el escenario.
Se dedicó a desgranar los principales temas de este último disco, Hard Candy, sin olvidarse de algunos de sus clásicos, como Vogue, Music, La isla bonita o Like a prayer.
Un auténtico espectáculo en el que se hizo acompañar de 20 músicos y 12 bailarines, continuos cambios en la escenografía y de vestuario, derroche tecnológico, apariciones virtuales de Kanye West, Pharell y Britney Spears.
En los primeros minutos se sube a un Rolls Royce, en un espectáculo colosal sin interrupción, con guiños a diferentes épocas y estilos músicales desde el rap y el hip hop al Pop más puro...
También hubo momentos en los Madonna se apeó de su pedestal de estrella: "Han sido unos días triste entre lo que pasó con Michael Jackson y el incidente de Marsella. Valoro mucho lo afortunados que somos de estar vivos". Además la artista quiso agradecer a sus fans que habían participado en el rodaje de su próximo videoclip. Celebrate servirá para promocionar el recopilatorio que editará este próximo mes de septiembre.
En Barcelona volvió a realizar el homenaje a Michael Jackson interpretando un meddley de temás míticos como Billie Jean, Wanna be startin' something que sirvió para que un bailarín ejecutase el celebérrimo paso del "moonwalk".
Ahora son los súbditos de Madrid y Zaragoza los que esperan con ansiedad el momento de rendir culto a la que, hoy por hoy, es la Reina, indiscutible, del Pop.