Black Joe Lewis, de camionero a rey del soul
Joe Lewis y los Honeybears conquistan Madrid con un soul honrado, añejo y salvaje
Presenta su nuevo disco Tell im what your name is, un álbum que ha sido la sensación del año en su país, una grata sorpresa que mezcla soul, blues, funk y rock de un modo cercano que en directo se desboca, se reinventa y adquiere mayores magnitudes. "Da igual las canciones que toque del disco, luego sobre el escenario se lo inventa todo, lo cambia y hace que cada concierto se único", comenta a la entrada un tipo que ya ha tenido la suerte de verlo.
Black Joe es de los poco negros que apuesta por recuperar la esencia de los James Brown, Ottis Reding y toda esa escuela de genios de la cultura popular norteamericana. Nació en Tejas mientras George Bush era gobernador del estado y a pesar de su reciente éxito sigue trabajando tres días a la semana conduciendo un camión que reparte marisco en Austin. Un tipo normal que lleva la música bien dentro y de un modo natural.
Carece de pose, de disfraz, de máscara. Presenta su música para pasarlo bien, se notan las horas de tugurio, de improvisación, de pasar el sombrero. La complicidad con la banda resulta divertida, lo pasan bien y lo transmiten al resto. Su voz raspa el micro, la guitarra suena afilada y los vientos precisos. Van al grano, a tomar la sala como se toman los escenarios, con honradez, "esto es lo que hay, esperamos que te guste".
Y gusta, la gente enloquece, baila, aplaude, suda, se emociona. Y para cuando todo acaba la gente respira, descansa, se relaja y espera al pie del escenario el regreso de ese tipo negro que suena como sus abuelos. Joe vuelve a aparecer y todos son sonrisas, sorpresa ante un recibimiento que sin duda no esperaba. Con esto volverá a Madrid, seguro.