Michael Jackson y las drogas

"Sus padres estaban preocupados. Pero esto sólo reforzaba mis dudas. Estaba seguro de que Michael no me escuchaba y yo no sabía casi nada acerca de ayudar a las personas en esta situación, excepto en acudir a rehabilitación. Tal vez podría inspirar a Michael a tomar esa decisión, y sus padres pensaban que podría, al menos ayudarle a ello. Pero yo sabía que estaban equivocados. Michael hacía tiempo que había dejado de escuchar mis consejo. Encontró mi consejo demasiado exigente, le irritaba y no me trataba demasiado bien. Si ni Katherine, ancla de la vida de Michael, y que yo conocía después de la larga entrevista que había hecho con ella para este libro, ni Joseph Jackson tenían influencia sobre su hijo, si ni sus propios padres podían persuadirlo para obtener ayuda, ¿cómo podría yo? "

"Joseph Jackson me planteó. No estaba de acuerdo con la gente que manejaba la carrera de Michael y deseaba que yo me involucrase en las gestiones de Michael. Yo le dije con severidad y respeto, "Señor Jackson, su hijo no necesita un gestor ahora. Necesita un padre. Usted debe ejercer como el padre que nunca tuvo." Salí de esa reunión muy nervioso. Era tan trágico todo, me empezó a sonar a Elvis, una estrella caída del cielo, cargado de una angustia emocional y mental terrible, recurriendo a los medicamentos como alivio, hasta que finalmente lo destruyó. Michael se acabará muerto a una edad temprana pensé."