Sarah Jessica Parker, la reina de Manhattan
Analizamos al detalle el estilo de la protagonista más glamourosa de Sexo en Nueva York
Mujer polifacética donde las haya esta actriz, productora e imagen de sus propios perfumes marca tendencia allá por donde pisa. Y es que con 46años –estupendamente llevados por cierto-, Sarah Jessica Parker es una de esas mujeres que definen un antes y un después en la forma de entender la moda. Icono de elegancia y sinónimo de glamour, Sarah Jessica Parker es, ha sido y será la definición del look fashion cool del siglo XXI.
Pero tanta devoción -y admiración- se debe a su papel de Carrie Bradshaw en la mítica serie de Sexo en Nueva York. Su estilo creado por la prestigiosa estilista Patricia Field, han supuesto un cambio muy importante en su imagen. Quizá no tan importante como para afectar la ropa que elige para el día a día, pero si lo suficiente como para hacerse con un look a lo “neoyorkino” cada vez que posa ante una cámara.
Mujer de ciudad, práctica y elegante, chic e ingeniosa, atractiva y muy glamourosa. Así es Sarah Jessica Parker.
Moda cosmopolita
La reina de la moda siempre se ha distinguido por ser una mujer innovadora. Y ese toque personal es lo que diferencia su estilismo de aires cosmopolitas. A pesar de sus medidas de infarto 90-58-85, Sarah es consciente de que la altura no le acompaña. Dicen que “lo bueno viene en frascos pequeños” y quizá esto es lo que piense Sarah, porque a pesar de sus 1.61 cm de altura, ella tiene el secreto para sacarse partido. ¿Qué cuál es? Sus altísimos taconazos que combinan con su prenda fetiche, los vestidos de mil y una formas. Conoce al dedillo cuales son los modelos que la ayudan a definirse como una chica con curvas y por supuesto, sabe cómo resaltar su cinturita de avispa y su pecho perfecto. ¡Ella sí que sabe!
Aunque para el día a día, la cosa cambia y se baja de los andamios y el modelito de chica 10. Por eso prefiere apostar por la comodidad: zapatos planos, jeans y camisetas de algodón. Para la noche, su prenda favorita son los vestiditos de cóctel a la rodilla: sexy y elegantes dignos de cualquier fiesta de New York. Pero ojo, porque no es fiel a ningún diseñador en particular. La hemos visto con diseños de Gucci, Balenciaga, Óscar de la Renta, Louis Vuitton, Prada, Dolce & Gabbana, Chanel o YSL. Por supuesto, es adicta al clásico LBD.
¿Su gran pasión?
Los zapatos,en general,y los Manolo Blanhik,en particular. Se dice que Sarah cuenta con más de 100 pares firmados por los diseñadores, así que, si hacemos la cuenta, a unos 650 euros la pareja, la inversión es digna de libro de los récords. En el estilo de zapatos que le gustan no se anda con medias tintas: o los lleva en colores vivos y con algún adorno llamativo u opta por zapatos de salón en beis o en negro. Eso sí, todos con un buen taconazo que estilice su figura.
Enamorada también, de los bolsos los prefiere de Fendi, sobre todo, las baguettes en todas las formas y colores imaginables. Casi siempre opta por carteras de mano cuando pisa la alfombra roja, nunca hacen juego con los zapatos. Como buena fashionista sabe que eso ya no se lleva, y que es mejor buscar el contraste y dejar que un complemento u otro sea el protagonista de su estilismo.
Sarah Jessica es un camaleón. En maquillaje siempre lo usa para complementar su look. Imprescindible el toque de colorete rosado con efecto “rubor” y combinado con una mirada de infarto. Para ello usa mucho rimmel y sombras oscuras. Los labios siempre los lleva pintados en tonos nude o con algo de brillo.
Una mujer de este caché no podía olvidarse de tener su propia línea de ropa. Por eso, la ex “Sex and the city” ha creado su propia línea de moda que reza bajo este lema:“La moda no es un lujo, es un derecho”. Una declaración bastante frívola, aunque muy bien pensada como eslogan para una colección económica diseñada por una mujer muy rica y acostumbrada a llevar ropa muy cara.
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