Cinco tips para conseguir el mejor selfie

Con la sobreexposición a las redes sociales que todos los famosos sufren en estos tiempos aciagos, hemos descubierto una nueva fotografía para presumir, ligar, vernos guapos, levantar admiración o lo que más nos apetezca. Se trata del “selfie” o lo que antiguamente se conocía como autofoto y que todos los famosos parecen empeñados en enseñarnos. Coges el móvil, activas la cámara y disparas. Lo de poner morritos, como Paula Echevarría o Kim Kardashian, ya es al gusto de cada uno. Pero no es tan sencillo como parece y conseguir el “selfie” perfecto requiere tiempo, dedicación y cinco sencillos trucos que te explicamos a continuación:

El fondo: El espejo del baño no es lo más apropiado. Un buen enclave natural, una calle bonita, un museo o algo que despierte la imaginación de aquel que vea la foto, pero un baño no, las asociaciones que se hacen con el baño no son siempre las más recomendables.

La luz: Ahora, en verano, el sol luce alto y radiante la mayor parte del día. Aunque eso nos ponga de buen humor hay que evitar las horas centrales del día en exteriores ante el riesgo de conseguir la foto de una sombra. La mejor hora son aquellas horas después del amanecer o justo después del anochecer. Si la foto se toma en interiores, hay que tener cuidado con el color de la luz de las bombillas y su orientación.

La cámara: Los móviles de última generación tienen dos cámaras, una por delante y otra por detrás. Normalmente, la cámara de delante carece de flash y su calidad es mucho menor que la de detrás así que lo idóneo es utilizar la cámara trasera aunque requiera más práctica.

La práctica: ahora que vamos a fotografiar a ciegas, hay que tener en cuenta que una altura determinada del brazo o una pose nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza. ¿Y cuál es la mejor? Eso depende de cada persona. Para empezar, las fotos tomadas desde arriba son mucho más favorecedoras que las que se toman desde la altura de la cabeza y, desde luego, muchísimo mejores que las que tomamos desde abajo. Practica y decide cuál es tu posición más favorecedora.

El gesto: Los morritos siempre son socorridos pero se cae en el peligro de repetirse demasiado. ¿Cara de susto? ¿Cara de sorpresa? ¿Risa forzada? Cualquiera de estas es buena y morder los carrillos siempre ayuda a parecer más delgado.