Análisis: Dragon Ball Z Battle of Z
El combate de “Battle of Z” no tiene más. Como véis, el control ha sido tremendamente simplificado (algo que ya era difícil teniendo en cuenta de donde veníamos) y las acciones conjuntas, pese a resultar muchas veces en secuencias impactantes, son totalmente automáticas y no piden demasiada maña al jugador. Existen ligeras opciones de personalización para los luchadores que podremos comprar o conseguir al final de cada combate. Bien sea con forma de carta de potenciación o de objeto, podremos aumentar parámetros básicos de cada personaje con la idea de ponerlos a la altura del resto. Y es que el juego respeta la historia y, con ella, el poder de cada personaje en la serie, algo que crea desventajas en los combates desde el primer momento. Esas cartas y objetos, pues, son una buena forma de intentar poner a ciertos personajes a la altura para crear equipos equilibrados sin estar obligados a formarlos únicamente por Super Saiyans y villanos de primera línea.












