Juegos que no has de probar antes de morir

En nuestra guía del lifestyle más chungo, os traemos una nueva entrega de los videojuegos que, si NO los pruebas antes de morir, pues como que mejor. Seguramente, jugarlos te hará perder alguna neurona.

Cena en casa de tu abuela: te pones en la piel de un adolescente que va a visitar a su abuelita. El juego se desarrolla a lo largo del kilométrico pasillo de su casa, por el que tendrás que correr esquivando la comida que te ha preparado y sus terroríficos besos y tirones de mejilla. Sólo sobreviven los mejores y más desalmados.

Garden Simulator: si ya has jugado a tener un restaurante y a tener una granja, no te hará ninguna gracia jugar a tener un jardín. Cortar el césped, poner gnomos de barro y podar las plantas, sin oportunidad de hacer un negocio de ello y sin un objetivo específico. Seguramente será más divertido barrer tu casa.

Subway Sneeze: eres un abuelo en el metro. El objetivo es estornudar y que tus gérmenes lleguen lo más lejos posible. Dando impulso con la nariz, salen por el techo de un vagón y llegan por el de otro. La cuestion es pegarle tu resfriado al máximo número de pasajeros.

Bikini Karate Babes: un juego de lucha de los de toda la vida, pero con la característica de que los personajes son chicas en bikini. Lo que impacta es que el escenario está hecho cutremente en 3D y las chicas están grabadas en vídeo a muy baja resolución. Un horror.

Rocket Toilet: la máxima paranoia hecha videojuego. Tienes que impulsar a un tío en pelotas que está sentado en una taza de váter con ruedas. Una vez en el suelo, deberás sortear cosas tan eclécticas como gatos con alas, unicornios o desatascadores.