"No hay wifi, pero tenemos calamares buenisimos"

El ingenio de los bares para captar clientes no deja de sorprendernos

Esta mañana hemos llamado al bar Pulido de Sevilla conocido en la ciudad por los carteles cachondos que cuelgan en su puerta con regularidad. Luis, el dueño, es un artista y se saca de la manga ideas que llaman la atención, como la procesión del jamón.

Después del sorteo del gordo colgaron un cartel con un décimo de lotería y un mensaje que decía "Aquí ha tocado un mojón"