El look de Lea Michele
La actriz, ahora cantante, es una de las más sexis del panorama
Lea Michele no pierde comba a la hora de mostrar al mundo sus encantos y ya se ha convertido, por méritos propios, en una de las cantantes más deseadas del planeta. La cantante del Bronx se sabe bella y lo explota siguiendo las tendencias más atrevidas: crop tops, vestidos mínimos, asimetrías, faldas milimétricas… Todo tiene cabida en el armario de Michele si es lo suficientemente hot.
Haciendo un repaso por sus redes hemos encontrado las claves de Lea Michele ahora que triunfa en medio mundo con On My Way, su último single en solitario.
Lea se atreve con todas las tendencias y es muy fan del color. Su escasa estatura la hace optar por vestidos con minifalda que dejen ver sus piernas, a su vez combinados con chaquetas cortas o tops que consiguen que la figura se parta visualmente en dos y la otorgue unos centímetros de más (aunque sea de manera psicológica).
También se apunta a llevar zapatos de altísimo tacón, imprescindibles en toda mujer chic de Nueva York que se precie, como ella. Sus predilectos son los stilettos con algo de punta y siempre combinado con los colores del resto del outfit.
En sus salidas a un photocall delante de mil fotógrafos no deja nada al azar. Dorados, encajes y ricos tejidos son su elección de vestuario cuando se tiene que poner delante de los focos. Sin embargo, cuando adquiere un perfil algo más bajo, se decanta por minishorts (siempre corta) vaqueros, camisetas de tirantes y chaquetas tipo beisbol para protegerse del frío.
Pocas son las veces que la vemos de rollo ‘sport’ pero también se decanta por cortes atrevidos, enormes escotes en uve y no deja de utilizar complementos, como gorras y enormes gafas de sol.
El maquillaje y el peinado de Lea son marca de la casa. La cantante no ha cambiado casi nunca de peinado, siendo éste una de sus señas de identidad. Larga melena lisa que en ocasiones decide arriesgar añadiendo tirabuzones al final. Suelta o recogida, dependiendo de la ocasión. Su maquillaje es el efecto fumé en los ojos, súper chic y de lo más reconocible. ¡Nos encanta!