Conchita Wurst, culpable de las inundaciones de los Balcanes
O, por lo menos, esos creen los religiosos ortodoxos que la culpan de lo que está pasando
Conchita Wurst fue protagonista de la última edición de Eurovisión y no sólo por ganar sino por la polémica que levantó su condición sexual. Países como Rusia o Ucrania recogieron firmas para que no se aceptara su participación pero fracasaron en su intento. Lo siguiente fue proponer un Festival nuevo en el que no se permitiera la participación de homosexuales. Ha pasado el tiempo pero no se olvidan de ella y ahora la culpan de las inundaciones que han dejado 50 muertos en los Balcanes.
“Dios envió las lluvias como un recordatorio de que la gente no debe de reunirse con el lado salvaje”, dijo el patriarca Amfilohije de Montenegro, un clérigo ortodoxo serbio durante la presentación de un libro en Belgrado. Aseguró que las inundaciones “no son una coincidencia, sino una advertencia”.
El patriarca Irinej, líder espiritual de los ortodoxos serbios del este, dijo que las inundaciones fueron “un castigo divino por sus vicios”, y que, “Dios, por lo tanto, está lavando a Serbia y a sus pecados”.
Son declaraciones que vienen a reafirmar lo que ya pensaban de la cantante a la que calificaron de “abominación”. En su día dijeron que su victoria era “un paso más en el rechazo de la identidad cristiana de la cultura europea” y parece que no tienen intención de rectificar sino, más bien, todo lo contrario.