Ed Sheeran: “Quería crear una canción muy emotiva que hiciera llorar a la gente”

Para hacer más llevadera la espera para el estreno de Bajo la misma estrella, nada como ir conociendo detalles de la película. Finalmente, tras la masiva petición de los fans, podremos verla en los cines españoles el próximo 4 de julio, mucho antes de lo previsto. Muchos han leído ya el best seller de John Green en el que está basada, y por eso, aumentan las ganas de ver a los personajes en carne y hueso a los que darán vida Shailene Woodley y Ansel Elgort.

Ed Sheeran vio una primera versión de la película y quedó conmovido por una historia que pese a tratar el tema del cáncer es una celebración de la vida. Le encargaron componer un tema para la banda sonora e hizo All of the stars. El pelirrojo nos ha hablado de la canción, de la película, de la familia y de filosofía.

¿Cómo llegaste a este proyecto?

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Julie Greenwald, que dirige Atlantic Records, mi sello discográfico, no dejaba de decirme: ‘¿Has leído el libro Bajo la misma estrella? Tienes que leerlo; es asombroso. Han realizado una película basada en él’. Seguía repitiéndolo y, luego, por fin, vi la película, ¡y sí que es asombrosa! Sufrí una cierta crisis emocional, envié un tuit al respecto y vi la enorme reacción provocada por un solo tuit. ¡No pude más! Mi estado de ánimo era algo parecido a ‘¡fantástico, hagámoslo!’ Me di cuenta de que había una enorme base de admiradores del libro y de la película que iba a estrenarse. Yo estaba tan entusiasmado que me pidieron que compusiera una canción para la película. Compuse All of the Stars y estoy muy contento de haber participado.

¿Qué te impresionó de la película?

Me parece que tendemos a ver el mismo tipo de comedia romántica de Hollywood; se ha prestado demasiada atención al habitual relato de ‘chico conoce a chica’. Siempre tienen el mismo tipo de argumento y la misma clase de estructura. Esta película, Bajo la misma estrella, se aparta de lo convencional; es muy distinta y muy humana. No se limita a la fórmula habitual de dos megaestrellas de Hollywood que se enamoran, que después se enfrentan a un pequeño problema para, a continuación, solucionarlo todo al final. Todo lo que sucede en el relato es real. Gira en torno a dos chicos que tratan desesperadamente de encontrar el amor y aferrarse a la vida. La historia es desgarradora pero asombrosa.

¿Qué pretendías lograr con la canción?

Yo quería crear una canción muy emotiva que hiciera llorar a la gente, o eso me parece, si es que la película no lo consigue de todos modos. A las personas a las que les gustó el libro y la película, espero que esta canción les haga llorar. Ése es el objetivo. Uno no querría ver la película si no quisiera llorar y desahogarse a fondo. Así que espero que la canción le proporcione a la gente ese desahogo. Yo quería algo que fuera muy parecido a un himno y muy eufórico que acompañara al público al salir del cine y que le añadiera emoción a la película.

¿Cuál fue la inspiración de la canción?

En cualquier lugar del mundo donde uno se encuentre, dirige sus miradas a las mismas estrellas

La inspiración del tono proviene de las escenas finales de la película. Están pasando muchas cosas y el tono muestra que, en cualquier lugar del mundo donde uno se encuentre, dirige su mirada a las mismas estrellas. ¡Creo que ésa sería la respuesta cursilona de esa pregunta!

¿Qué es una gran canción y qué puede aportar a una película?

Creo que una gran canción puede aportar muchos elementos diferentes a una película si se coloca en la situación adecuada. Algunas veces puede ser una buena canción pero encontrarse en el momento equivocado, o en ocasiones se trata de una mala canción en el momento idóneo. Creo que cuando una canción es ubicada debidamente, tiene la capacidad de transmitir, duplicada, la sensación que describe la escena. Por ejemplo, la serie de televisión O.C. siempre tuvo una excelente disposición de canciones. Si había un funeral, reproducían una canción de Imogen Heap y eso hacía que uno simplemente estallara. Cuando vemos una película, pensamos: ‘¡Dios mío! ¡La canción es fabulosa!’. Cuando se sitúa donde debe estar, actúa como un vídeo musical y realza la emoción de la película. Creo que la canción adecuada en el lugar idóneo funciona francamente bien en una película, mientras que si la canción equivocada está en el lugar correcto o si la canción idónea está en un lugar inadecuado, es un fracaso.

¿Cómo fue el proceso de encajar los elementos de la canción?

Realmente ignoraba la dirección que tomaría la canción y acabó tomando una parecida a la de Coldplay o Arcade Fire

Yo compuse All of the Stars y la grabé con un tipo llamado Johnny McDaid [músico y productor irlandés], con quien viví todo el año pasado en Nashville y Los Ángeles. También hemos realizado juntos mi disco X. Todo lo hicimos en un sótano y en su ordenador portátil. Él tenía un fraseo de piano con el que comienza la canción y yo estaba tarareando sobre el fraseo; escribimos el primer verso y luego lo dejé durante un rato. No sé a dónde íbamos. Realmente ignoraba la dirección que tomaría la canción y acabó tomando una parecida a la de Coldplay o Arcade Fire. Recorrió una gran distancia desde la idea original. Yo comencé a rasguear las cuerdas y me pareció que, para empezar, era demasiado sencilla ya que no es un coro muy complicado aunque, en realidad, simplemente funciona. Me entusiasma el resultado. Creo que encaja con la película, lo que es positivo. Me gusta.

¿Llegas a sintonizar con Hazel y Gus, los protagonistas de Bajo la misma estrella? ¿Has pasado por una experiencia de las que le cambian a uno la vida como las de los protagonistas de la película?

Creo que las experiencias y el amor que son capaces de cambiar la vida se dan muy rara vez, pero cuando ocurren, ponen las cosas en su sitio. No puedo negar que he pasado por las unas y conocido al otro, y le cambian a uno todo el punto de vista sobre la vida. Uno puede volverse muy estrecho de miras y centrarse solamente en esa persona, o bien la relación hace que uno se abra a todo lo demás que hay en la vida, lo que me parece bueno.

Creciste en Suffolk, una bellísima parte de Inglaterra. ¿Cómo te inspiró esa circunstancia?

Suffolk está en el campo. En realidad, jamás ha influido en absoluto en mi música pero lo que ha hecho ha sido proporcionarme un santuario, algo parecido a un lugar seguro al que puedo regresar. Yo puedo recorrer el mundo, pasar por todas esas experiencias diferentes y por las cosas asombrosas –y también malas– que me suceden. Es como un gran abismo de presión, pero puedo volver al campo y, estando allí, me libero al instante de todo cuanto me ha sucedido durante el tiempo que he estado ausente. Suffolk es un buen lugar al que ir. Para mí es un refugio seguro.

¿Qué supone para ti ser un joven músico británico en Hollywood? ¿Es emocionante?

Es una nueva experiencia para mí pero me gusta mucho adentrarme en el ambiente. Me gusta pasar aquí, en Los Ángeles, un poco de tiempo y absorberlo todo, pero después me gusta regresar a casa y volver de veras a la normalidad. Aquí todo tiene unas proporciones ridículamente grandes. Aquí viven las personas más famosas en las casas más grandes, conducen los coches más caros y lucen las joyas más inasequibles. La comida es excelente y las raciones y los filetes son enormes. Es un lugar fantástico pero nunca querría vivir aquí. Tengo que regresar a lo verdaderamente ‘pobre’, que, en mi opinión, resulta más saludable… ¡al menos para un inglés! (Risas)