Maldita Nerea se atreve con los niños

Nunca sabes por dónde te van a salir los más pequeños pero, aun así, Jorge Ruiz no ha dudado en enfrentarse a su entrevista más inesperada

Maldita Nerea acaba de publicar nuevo disco, Mira dentro, y como es normal en estos casos, su cantante, Jorge Ruiz, está de promoción presentando sus nuevas canciones. Entrevistas en televisión, radio, prensa, internet y con periodistas o colaboradores habituales. Un período en el que cualquier cosa puede suceder, como que los que te pregunten sean niños. No todo el mundo se atrevería a enfrentarse a las preguntas de pequeños de entre 3 y 10 años porque nunca sabes por dónde te van a salir. Jorge no se lo ha pensado y con toda la tranquilidad del mundo le ha dado al play como podéis ver en el vídeo de arriba.

“Los niños tienen todavía la ilusión intacta y no controlan los códigos estirados que utilizamos nosotros y está genial pasar tiempo con niños”, me contaba el cantante. Reconoce que él lo ha descubierto tarde pero ya lo dice el refrán, más vale tarde que nunca.

Precisamente a sus niños se los ha llevado a vivir a Miami. Allí fijó su residencia tras la agotadora gira de Fácil, su anterior trabajo. “Llevo una vida allí super tranquila, vivo como en el campo alejado de los tópicos que todos tenemos sobre Miami, yo no los veo ni me interesan”, se afanaba en aclarar. Y es que no quiere que la gente piense que es uno más de esos artistas consagrados que dicen establecerse en la exclusiva zona de mansiones de la ciudad. Lo suyo es más mundano y está encantado, “quería un cambio de vida para mi familia, que aprendieran otros idiomas. No estoy arrepentido porque estamos muy bien. Íbamos para dos años pero estamos tan bien que nos quedamos”.

Sus nuevas canciones rezuman optimismo, sello de identidad de un hombre que busca el lado bueno de las cosas. Esa filosofía de vida es la que trata de transmitir a través de sus canciones y de sus conferencias, que cada día son más, “es una pasión por la comunicación más enfocada al encuentro que no al discurso unidireccional. Me gustan las ponencias pero me gusta más dejar preguntas abiertas para que las personas contesten. Preguntas que remueven como por ejemplo, ¿y tú cómo sabes que no tienes talento?”.

Él, talento, tiene de sobra, lo ha demostrado a lo largo de los años, aunque él se quita méritos y se los otorga a las canciones, “no soy religioso para nada pero creo en una inteligencia más trascendental que la nuestra y eso te mantiene en tierra y te ayuda a no olvidarte de que simplemente eres un ser humano como otro que hace un trabajo como otro”. Un trabajo que le va a mantener en la carretera una larga temporada y que le va a llevar a Latinoamérica donde tiene fijados sus próximos objetivos.