Razones para amar/odiar a Pitbull

Hoy te damos argumentos a favor y en contra del rapero de Miami. ¡Dale!

¿Existe un artista latino más omnipresente que Pitbull? En apenas diez años, el de Miami ha pasado de ser un humilde rapero más tratando de hacerse un hueco en el mundillo musical a convertirse en una de las figuras más reconocidas del pop actual. Pero lo cierto es que el músico genera admiración y tirria a partes iguales entre el público, y hoy os explicamos el por qué de esta división de opiniones.

Razones para amarle

No puedes dejar de bailar sus canciones. Podemos garantizarte que si estás en una discoteca y suena uno de sus clásicos, como I know you want me (Calle 8), o algo más reciente como Timber, podrás ver cómo se desata la locura en la pista y acabarás uniéndote a ella.

Ha roto las barreras idiomáticas. El día en que se decidan a crear la Real Academia del Spanglish, el primer sillón estará ocupado por Pitbull, el hombre que ha puesto a todos los anglosajones a cantar "One, two, three, four, uno dos tres cuatro".

Colabora con los mejores. ¿Cuántos músicos pueden presumir de tener en su agenda de colaboradores a artistas de la talla de J-Lo, Enrique Iglesias, Ke$ha, Shakira, Flo Rida o Christina Aguilera? Muy pocos, os lo aseguramos...

Su democrática calva. El mundo del pop puede llegar a ser discriminativo con aquellos que no se ajustan al ideal de abdominales perfectos y peinado hollywoodiense, pero eso no es un problema para Pitbull, quien ha demostrado que un calvo tirillas también puede triunfar si se lo propone.

Su sentido del humor. Hace un par de años, la cadena de supermercados Walmart organizó un concurso para enviar al rapero a la sucursal que recibiera más votos, y sus detractores lograron mandarlo a una isla perdida de Alaska. Sin embargo, fiel a su palabra, el músico se presentó allí y lo pasó en grande entre los lugareños.

Razones para odiarle

Su cansinismo con los remixes. Desde hace tiempo corre por Internet la broma de que la gente ya no canta en la ducha por miedo a que Pitbull le haga una remezcla, y es que esta práctica del rapero se ha vuelto muy pesada. ¡Dedícate a tus propios temas en vez de meter mano a los de los demás!

Sus bochornosas letras. Al contrario que los cantantes, un rapero no puede escudarse en las melodías, por lo que resulta difícil de creer que el de Miami se curre tan poquito sus textos. Rimar "Kodak" con "Kodak", alternar piropos de albañil con guarradas de niño de colegio y rematarlo todo con un "dale" son algunas de sus prácticas habituales.

El machismo de sus videoclips. Como ya se encarga él mismo de recordarnos una y otra vez en sus canciones, a Pitbull le gustan las señoras más que a un tonto un lápiz, pero el hecho de que en TODOS sus vídeos aparezca rodeado de tías buenas semidesnudas demuestra que para él la mujer es un simple objeto sexual.

Su obsesión malsana con el dinero. Que sí, que ya sabemos que sus comienzos fueron difíciles y que le echaron de casa por vender drogas... Pero incluso ahora que tiene la vida más que resuelta la pasta sigue siendo su tema de conversación favorito, junto con los culos. 

Su horrible look en la ceremonia del Mundial 2014. Componer e interpretar la canción oficial de un Mundial de Fútbol es un inmenso honor y hay que saber estar a la altura. Sin embargo, Pitbull se presentó a la ceremonia vestido como si fuera a recolectar uvas...