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Spider-Man: Negocios familiares, el cómic de la semana
Hora de visitar la tienda de cómics con nuestra recomendación
Llevamos ya algún tiempo con estas recomendaciones y seguro que a muchos de vosotros ya se os ha pasado por la cabeza una pregunta muy concreta: "¿Dónde está el trepamuros más famoso de Nueva York?". Pues bien, aquí lo tenéis.
La que tenemos hoy entre manos (recién llegada a las tiendas en nuestro país) me ha parecido una buena historia para comenzar una relación con Peter Parker. En ocasiones las series regulares pueden ser algo peligrosas. La continuidad del universo y las constantes conexiones entre diferentes series pueden resultar abrumadoras para nuevos lectores; así que resulta recomendable elegir un buen número único; lo que en USA conocen como "One-Shot"; una historia con principio y final cuya lectura, en el mejor de los casos, supondrá un punto positivo para vuestro día.
Spider-Man: Negocios familiares presenta a Peter como ese chico divertido y atormentado a partes iguales cuyo único interés es conseguir compaginar esa gran responsabilidad que conlleva su gran poder con una vida normal de un veinteañero. En el otro rincón, Kingpin; un magnate y villano también en igual proporción intentando recuperar protagonismo.
Mark Waid (guionista y ganador del prestigioso premio Eisner) utiliza esta novela para rebuscar en el pasado de Peter y construir una historia ambiciosa en la que introducir un nuevo y atractivo personaje: Teresa Parker. Por supuesto, tras el accidente de sus padres y toda una vida con sus tíos, nadie recibe con los brazos abiertos a un hermano perdido... La historia pondrá a cada uno en su lugar; pero no puedo contar más sin arruinar la lectura así que vamos a parar aquí.
Pese a que la historia es un sólido pilar maestro para este Spider-Man: Negocios Familiares donde verdaderamente brilla este tebeo es en el dibujo. Gabrielle Dell'Otto es un pintor de cómics excepcional y utilizo la palabra pintor porque este señor no es de los que deja caer colores planos con el ordenador. Cada viñeta de Gabrielle Dell'Otto es una pieza de arte con valor propio. Un artista en el sentido más tradicional de la palabra que huye de las técnicas digitales para seguir expresándose a través de las acuarelas y la pintura acrílica con un acabado magistral.
Los lápices de Werther Dell'Edera y la historia de Mark Waid habrían sido trabajo más que suficiente para que unos colores clásicos pusieran esta historia a funcionar; pero a veces hay que crear puntos de inflexión en la industria para que los estándares no pierdan altura y ese es el trabajo de Dell'Otto; convertir lo bueno en excelente.
Cada página de este tebeo es arte en estado puro. Las viñetas de situación podrían ser pinturas paisajísticas en cualquier museo. De verdad os digo que sólo el apartado artístico de Spider-Man: Negocios Familiares podría valer unos cuantos euros más de lo que Panini Comics pide por el tomo. Mi más sincera y firme recomendación para su compra. No existe mejor forma de entrar a la vida de Peter Parker.