Fito Cabrales: “Escribo canciones, eso es una mariconada”

Hablamos con el bilbaíno de prioridades y objetivos, problemas de salud, injusticias, cantantes como Miley Cyrus o Pablo Iglesias

Fito Cabrales está de nuevo de promoción. Han pasado 5 años desde que publicó su anterior disco de estudio y vuelve tras haber encontrado nuevas cosas que contar. Una vez más hemos quedado con él para charlar, y digo charlar porque eso es un encuentro con el rockero, una charla distendida en la que cabe cualquier tema de conversación. Se nota que le gusta hablar.

Fito es un tío normal en el sentido más positivo de la palabra refiriéndose a un artista. Tiene el talento y la experiencia para poder ser un ‘maestro’ distante y selectivo pero es todo lo contrario, con él tienes la sensación de estar hablando con tu vecino de toda la vida. Dice que es nervioso pero aparenta mucha tranquilidad. Tiene pinta de tío duro pero admite que tiene sus puntos vulnerables. Es amante de la música aunque no comparta gustos con las listas de ventas. Y aunque a veces se agobie ante una hoja en blanco, al final, siempre encuentra filón para nuevos temas.

Huyendo conmigo de mí, así de reflexivo es el título de su nuevo disco y es que el paso del tiempo, le ha hecho al bilbaíno replantearse muchas cosas. Su ranking de prioridades ha cambiado y ahora la familia y el trabajo, su entorno más cercano, es lo que más le interesa, “para encontrarte bien necesitas que todo esté bien, necesitas que flote algo que esté bien, justamente lo que no sucede ahora”, nos confiesa.

En estos días en los que Halloween nos pilla cercano es inevitable hablar de terror y Fito confiesa que “gracias a Dios no he vivido el terror, no he tenido que pasar una guerra, el terror existe pero no he tenido que pasarlo, lo que más me asusta soy yo”. Un yo que analiza por los cuatro costados como bien demuestran sus canciones, una radiografía de su forma de pensar y entender la vida. Una vida que intenta mejorar y tranquilizar. Se considera nervioso y sabe que la teoría la tiene muy asumida pero como él mismo admite “estoy condenado a ser nervioso, es como…‘no puedo parar’”.

Pese a lo que está cayendo en nuestro país en los últimos tiempos sigue confiando en el ser humano, sobre todo en los que le rodean. Con muchos de ellos ha compartido grandes momentos en el Umore Ona, el bar al que le dedica un instrumental en este nuevo disco y que le retrotrae a una juventud llena de inquietudes, excesos e ilusión por la música.

También hay una canción que refleja lo que piensa sobre todo lo que está sucediendo en nuestro país pero deja claro que no le gusta hacer temas sociales porque caducan. Además, política y música no casan, lo tiene claro, “pierde la música siempre, yo no tengo la mente de un político”.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....