Y tú, ¿qué te traes de tus viajes?

Bolígrafos, cucharas, tazas, camisetas...Podemos coleccionar mil y un objetos. Pero, si además éstos nos traen recuerdos sobre aquellos lugares a los que hemos viajado  y hemos disfrutado tan buenos momentos, adquieren elevado valor sentimental. Muchos se conforman con el típico imán de nevera o la más que manida postal, pero otros han encontrado en cosas tan dispares como una lata de cerveza o una simple botella llena de arena verdaderos objetos de colección (y devoción).

No todo el mundo se conforma con cualquier cosa para coleccionar. ¿Quién alguna vez no ha encontrado en el objeto más insignificante un auténtico tesoro, solamente porque nos evoca a revivir un momento importante en nuestra vida y queremos conservarlo para siempre? Así una simple servilleta de papel de los restaurantes visitados en nuestros viajes o las chapas de las cervezas que hemos probado en diferentes rincones del planeta se convierten en el mejor souvenir que podamos tener. Sin embargo, aquellos más tradicionales, siempre prefieren el típico imán, omnipresente en todas las neveras viajeras que se precien, o el, para mí, horrendo platito con la inscripción “Recuerdo de…”  algo más propio de ser encontrado en casa de nuestros padres o abuelos, y que fue el regalo de algún familiar o amigo con un gusto más que dudoso por los regalos.

Reconozco que a mí me pierde recopilar artesanía de los diferentes países que voy conociendo y que mi casa es lo más parecido a un museo que a una vivienda al uso. Siempre que visito un lugar nuevo no puedo evitar contemplar en alguna tienda o mercadillo aquellos objetos realizados a mano y acabo con una estatuilla, una pipa o una máscara en la mano con la que aumentar mi colección de recuerdos viajeros. Supongo que, de alguna forma, intento que el viaje siga vivo...

A muchos de vosotros os bastará simplemente con tener en vuestra memoria (o en distintos álbumes de fotos) las imágenes de nuestros mejores momentos. Sin embargo otros seréis fans incondicionales de recopilar lo más raro que encontréis por el mundo. Es momento de que nos contéis cuáles son vuestros objetos preferidos para coleccionar ¿Sois de los que compilan cosas más tradicionales o por el contrario os gusta recopilar artilugios de lo más extraño?

Ponte las pilas y comienza a recopilar cosas como si no hubiera mañana. ¡Qué mejor excusa para disfrutar de unas vacaciones donde tú quieras!