El hombre-lobo español


Es un caso casi único en España. Manuel Blanco Romasanta es el primer y único caso documentado de licantropía clínica tasado de forma médica. Nació en 1809 en un pueblo de orense y tenía la enfermedad de creerse un lobo. En parte, la leyenda de el hombre del saco proviene de él. Medía 1,37 cm, trabajó como sastre y sabía leer y escribir, lo cual no era habitual en la época. Una vez murió su mujer, comenzó como comerciante vendiendo objetos. En un momento dado comenzó a ser famoso por vender un ungüento hecho supuestamente con grasa humana y se le involucró en la muerte de un hombre. En ese momento, huyó al bosque y pasó tres meses viviendo entre las bestias.
Era un gran comerciante, usaba muy bien el engaño, y empezaron a suceder una serie de desapariciones que estaban relacionadas con él. Se ofrecía a acompañar a las mujeres en los largos viajes después de engañarlas para hacerlos. En estos viajes, era cuando, se cree, se convertía en hombre-lobo. Creía que era víctima de una maldición de una bruja y que en las noches de luna llena no tenía más remedio que convertirse, despedazar a sus víctimas e incluso comerse partes de ellas. Vendía parte de las pertenencias de esas personas, y llegaron a atribuirle 13 muertes. La propia Isabel II conmuta la pena por garrote vil por una cadena perpetua. Hace poco, se ha sabido que murió a causa de un cáncer en la prisión de Ceuta.

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