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Los hijos de Will Smith, ¿chicos de este planeta?
Abducidos o niños pijos repelentes, es a la conclusión que uno llega tras leer una de sus entrevistas con The New York Times
Es normal ver a la familia de Will Smith reunida sobre las alfombras rojas como la estampa de la máxima felicidad, pero no todo en el monte es orégano y en el paraíso también hay crisis. Buen ejemplo es el escándalo que montó Willow tras colgar una foto suya en la cama con un chico mayor que ella por la que sus padres fueron investigados por un tribunal de menores.
Claro que su amiguito puede que no fuera mucho mayor que ella, por lo menos en madurez porque, tras leer una de sus últimas entrevistas en The New York Times, uno piensa que esta niña tiene una edad mental bastante superior a la física, recordemos que tiene 14 años. Tanto ella como su hermano Jaden, el de Karate Kid, o bien son auténticos genios o niños pijos insufribles que se ríen del entrevistador.
Yo puedo hacer que el tiempo vaya despacio o rápido...por eso sé que el tiempo no existe
En la entrevistas, entre otras perlas, la niña suelta que está leyendo física cuántica, más concretamente al filósofo Osho. Y en cuanto a su concepción del espacio y el tiempo asegura que “yo puedo hacer que vaya despacio o rápido, como yo quiera, por eso sé que el tiempo no existe”. Además, asegura que “vivir es meditar” y que sus canciones las inspira “el sentimiento de pensar que esto es un fragmento de realidad holográfica que ha fabricado una consciencia superior”. Y por si todo este discurso pseudofilosófico no fuera suficiente, Willow añade que “hay que preocuparse menos de lo que los demás dicen pero también preocuparse menos de lo que dice nuestra propia mente porque lo que nuestra propia mente piensa es, a veces, lo que nos pone tristes”.
Los chicos que van a escuelas normales, son tan niñatos...
Si a estas alturas has flipado con la niña, espera, que su hermano no se queda atrás. Él asegura que “hay un pequeño físico teórico dentro de todas nuestras mentes y puedes hablar y hablar pero hay que vivir”. Para él todo tiene que ver con las energías porque, “cuando los bebés nacen todos sus puntos débiles tiemblan, como si hubiera un latido en ellos. Eso es porque la energía fluye por sus cuerpos, de arriba a abajo”. Y no sabemos muy bien donde estudia él pero debe ser un lugar muy especial porque por algo pensará que “los chicos que van a escuelas normales son tan niñatos, están tan furiosos…”. Eso por no hablar de las autoescuelas, “todavía no he ido a una autoescuela porque si todo el mundo que conozco ha sufrido un accidente, no entiendo qué enseñan en una autoescuela”.
Y para rematar asegura que “cuando un pensamiento se mete en tu mente, no solo un pensamiento, tiene que rebotar entre dos himisferios de tu cerebro. Cuando piensas en algo feliz también piensas en algo triste, cuando piensas en una manzana, también piensas en lo contrario a una manzana”. ¿Has entendido algo? Esto sí es para que lo vigile un tribunal de menores.