Practicaba bondage hasta que su amo le rompió un brazo

Su adicción al sexo provocó que hicera muchas locuras

Ana sin darse cuenta se convirtió en la sumisa sexual del chico que le gustaba. Su adicción por el sexo le llevó a hacer auténticas locuras.

Desde firmar un contrato con abogados y vivir controlada por su amo. Ambos iban justos a conferencias sexuales donde veía desde personas-cenicero hasta felpudos humanos.

Sin embargo, Ana acabó la relación de sumisión cuando él le rompió un brazo en un juego sexual con cuerdas.

¡Vuelve a escuchar el momentazo de la noche de No Te Cortes!