Especial
Hozier lidera la Lista 40 con Take Me To Church
El irlandés nos conmueve con un hit que abandera su álbum debut
Sin prejuicios, con las ideas muy claras y con ganas de impregnar un toque alternativo en su forma de entender la música. Así se ha presentado Hozier, que no ha tardado en ganarse a todo el mundo con su delicada voz. A sus 24 años forma parte de la cantera de músicos irlandeses, que reflejan que hay talento más allá de los grandes clásicos patrios como U2, Sinéad O'Connor o Van Morrison. Con Take Me To Church ha conquistado el Top de Los 40 Principales tras ocho semanas en lista, relegando a Maroon 5 (anterior líder del chart) al Nº 5 con Animals.
La historia de Andrew Hozier-Byrne bien podría ser la de cualquier otro joven que ha sufrido en sus carnes el desamor. ¿La diferencia? Lo que empezó como una composición basada en la tristeza y la soledad se ha convertido en uno de los temas que sin duda destacará en los futuros recopilatorios del 2015. Influenciado por las sesiones de micro abierto en las noches dublinesas, el artista se inspiró en el verso del autor ateo Christopher Hitchens que apunta "I was born sick, but I love it. Command me to be well" y grabó la canción por su cuenta en el ático de la casa de sus padres (en Bray, Irlanda). Un trabajo 100% amateur para el que utilizó una pista de fondo programada y su voz sin arreglos.
Es el primer single del solista, que pertenece a su álbum debut de nombre homónimo y contiene un gran transfondo social y moral, centrado en la homofobia y la religión. En una entrevista para New York Magazine Hozier explicó que "la sexualidad y la orientación sexual, independientemente de la orientación, es algo natural. El acto sexual es una de las cosas más humanas que hay pero una organización como la Iglesia, por ejemplo, a través de su doctrina, enseña a avergonzarse de la orientación sexual, dice que es pecado o que ofende a Dios. La canción es sobre la afirmación de uno mismo y la recuperación de su humanidad a través de un acto de amor".
No se le resiste ningún chart y por si fuera poco estuvo nominado en los Grammy en la categoría de mejor canción, donde tuvo la oportunidad de interprar el single junto a la gran Annie Lenox. Por si fuera poco, en Spotify Take Me To Church suma más de 87 millones de escuchas y en YouTube el vídeo roza los 140 mil millones de visitas. Una cifra asombrosa que avala el tremendo éxito del videoclip, dirigido por Brendan Canty y Conal Thomson de la productora irlandesa Feel Good Lost, e inspirado en el totalitarismo de Rusia frente a la homosexualidad. Hozier ha afirmado que su música no está destinada a grandes públicos, pero lo cierto es que su esencia folkie- gospel ha conmovido a miles de personas de todos los países. ¿Qué os parece a vosotros?