Por DMC Devil May Cry nunca pasan los años
Echamos un vistazo a la última re-edición del videojuego para consolas de nueva generación
Devil May Cry es uno de esos juegos que no morirán nunca. Tras una meteórica trayectoria en Playstation 2 (salvando el desliz de la segunda entrega); llegó con fuerza a PS3 y 360; un Devil May Cry 4 que pronto veremos re-editado y remasterizado. Pero hoy estamos aquí para hablar del remake (o reboot) presentado por Ninja Theory para refrescar la franquicia original de Capcom; un excelente juego presentado en PS3 y 360 hace un par de años y que llega hoy a la recién estrenada generación en una versión definitiva que da un par de vueltas de tuerca más a lo poco que admitía mejora en el original.
En primer lugar y para que nadie se pierda, os dejamos el análisis original del juego para PS3 y 360. Esta Definitive Edition añade al paquete el contenido descargable La caída de Vergil publicado a posteriori de forma exclusiva online pero, por lo demás, es exactamente el mismo juego que lanzó Capcom en 2013, así que, echad un ojo a este análisis porque nuestra opinión no ha cambiado un ápice.
La superlativa campaña de Dante que ofrecía entre 8 y 10 horas de la mejor acción que se puede encontrar en una consola permanece inalterada. A ella, como decíamos, sumamos las (no más) de cuatro horas que puede daros la campaña de Vergil; un ligero epílogo que os pone al control del hermano de Dante en su descenso al infierno; así que la oferta la tenemos más que cubierta. Para que la propuesta jugable de un poco más de sí se ha añadido un nuevo modo de juego llamado Palacio Sangriento, que propone 60 plantas de acción desmedida, ideal para los que disfrutan iluminando la palabra reintentar.
Por supuesto la principal mejora de esta Edición Definitiva y también la primera que salta a la vista es la sólida y constante tasa de frames (60, nada menos) a una resolución de 1080p. También añade las capas de luz/sombra y texturas que tenía de más la edición de PC, que estaban ya preparaditas para lucir palmito en las nuevas consolas. Por supuesto, todo este poderío poligonal sólo lo presta la nueva generación de consolas y es algo que le viene de perlas a un juego que, visualmente, es una auténtica obra de arte.
Otra cucharada de azúcar para los que ya jugaron la versión original serán ese puñadito de skins para cambiar el atuendo de Dante (incluyendo el aspecto del Dante original, con su media melenita blanca característica).
Con el mando en las manos, poco se podía mejorar el contorl de la acción que Ninja Theory se sacó de la manga para el renacimiento de la serie. Se añade un sistema de bloquear objetivo que ayuda bastante a dirigir ciertos ataques y a que nuestro combo se mantenga activo de la forma que nosotros queremos, aunque ya sea rizar el rizo; y una opción para acelerar la acción un 20%, para aquellos que sientan que van demasiado desahogados (teniendo en cuenta que podemos estrenar un modo de dificultad en el que los enemigos sólo recibirán daño si vuestro combo pasa de "S").