Olga Kurylenko, ¿quién no la querría como pareja?

La descubrieron con 13 años en Rusia, con 16 ya andaba por París y cumplió la mayoría de edad siendo una top. Está claro que la vida de Olga Kurylenko ha ido muy deprisa y hacia arriba.

Nació en la costa ucraniana en la cuna de una familia humilde. En su primer viaje a Rusia una cazatalentos la pilló en el metro. Aprovechó la oportunidad y supuso el principio de una carrera fructífera basada en su belleza, su talento y su gran disciplina. A los 6 meses de llegar a Francia ya conocía el idioma. Ahora habla 5 diferentes, entre ellos, el español.

Mide 1,75, tiene un cuerpo envidiable y unos grandes ojos verdes que atesoran una mirada transparente. Podía haberse quedado en modelo pero quiso más, quiso luchar por su vocación, la interpretación.

En 2005 debutó en un drama erótico. Tras dar vida, en Francia, a varios personajes sensuales, por fin, llegó su gran regalo: convertirse en chica Bond.

Si en Quantum of Solace estuvo acompañada de Daniel Craig, en Oblivion le tocó Tom Cruise y en La conspiración de noviembre, Pierce Brosnan. Ahora la tenemos en cartelera junto a Russell Crowe en El maestro del agua.

En 10 años ha participado en 20 títulos y los que están por llegar. Este mismo mes pasará por Cannes para presentar Un día perfecto, la última película de Fernando León de Aranoa, en la que trabajó junto a Benicio del Toro y Tim Robbins.

Aunque está centrada en su vida profesional que la llevó a trasladarse de París a Londres, ha tenido tiempo para casarse y divorciarse en dos ocasiones. Con 20 años pasó por el altar junto a Cedric Van Mol, un fotógrafo de moda con el que estuvo casada 5 años. Al año de su divorcio repitió experiencia con Damian Gabrielle, un empresario de telefonía aunque apenas duraron un año juntos. Ahora está soltera y a gusto, como ella misma ha admitido en más de una ocasión, le gusta su propia compañía. Eso sí, seguro que pretendientes no le faltan. No te pierdas la galería de fotos que hemos seleccionado.