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Mortal Kombat X reparte cera en la nueva generación
Estas duelen más que las que reparten Ryu y Ken
Son muchos años ya los que ha dedicado Ed Boon a la producción y dirección del videojuego de lucha 1 vs. 1 más violento de la historia. Cada generación ha tenido su medio; los inicios jugaron con la captura de sprites fotográficos, a partir de su cuarta entrega la franquicia saltó a los polígonos y hoy, tras un sobresaliente Mortal Kombat para PS3 y 360, la serie encuentra su hueco en la nueva generación dentro de la lucha poligonal en dos dimensiones.
Algo que sólo Mortal Kombat ha sabido hacer hasta ahora (ni Killer Instinct , ni Street Fighter) es dar importancia al modo historia. Donde otros se limitan a guionizar cuatro frases para que crucen los personajes antes de cada Round, la serie de NetherRealm teje una historia en la que todos los personajes tienen su porqué, su momento y su lugar. Mortal Kombat X lleva las buenas ideas de su predecesor a un nivel superior. El jugador controlará a los personajes por etapas y no sólo en combate; las escenas de video con secuencias de acción sorprenden con eventos de respuesta rápida que os permitirán cambiar un poquito el momento, aunque sólo sea por tener la oportunidad de esquivar las que vienen.
Dejando a un lado el entretenidísimo modo historia (que, por cierto, esconde muchos personajes que tarde o temprano veremos en el plantel oficial); encontramos las torres vivientes que, ordenadas por longitus y dificultad, proponen una serie de desafíos para cada combate, como que el escenario se incline, lluevan meteoritos o se cambien los controles, por ejemplo y, lo mejor de todo, se renuevan cada cierto tiempo, así que siempre habrá algo nuevo en este modo de juego para matar el aburrimiento.
El elenco de personajes es muy equilibrado, tanto a nivel práctico como "pintoresco". Las caras conocidas, como Sub-Zero, Kano, Scorpion y Liu-Kang (entre otros), reciben temibles personalidades como las de Ferra/Torr, un enorme luchador con una pequeña niña a la espalda, Erron Black, un mercenario de corte Wild West armado con un revolver o Kotal Kahn, un guerrero del mundo exterior que recibe su fuerza del sol y cuyo aspecto recuerda al de Ogre (jefe final del Tekken 3).
Pero si los 28 personajes saben a poco (que no debería), cada personaje tiene 3 variantes que modifican significativamente su comportamiento en combate. Estas variantes han sido creadas para que los jugadores puedan aferrarse a un solo personaje sin miedo a encontrar combates imposibles de ganar. Cada variante de combate propone un acercamiento diferente sobre el terreno; un mismo personaje puede comportarse como un "zoner" (luchador con herramientas para manejar el espacio) o puede buscar el combate cercano para desenvolverse mejor. La profundidad de la mecánica de este juego no tiene precedentes.
Personajes se que no van a faltar. No sólo podéis comprar a Goro desde el primer día. El primer season pass ya tiene a la venta a Jason Vorhees (de Viernes 13) y traerá a Predator (sí, sí, el de las pelis) y a dos kombatientes más de la saga; por no mencionar a Rain, Baraka o Cindel, personajes no seleccionables pero contra los que luchamos en el modo historia y que, claramente, tendrán su casilla en la pantalla de selección de personaje antes o después.
Si algo echo en falta son escenarios. De momento sólo tenemos 12 zonas de combate. Son tremendamente espectaculares, y todas ellas tienen elementos interactivos; arrojadizos, piedras para saltar y salir de las esquinas o zonas en las que empotrar a nuestro oponente; pero son sólo 12; conforme pasan los días echamos en falta algún otro paraje con el que deleitarnos.
Por supuesto, no faltan la sangre, las vísceras ni los huesos rotos. Dos imaginativos "Fatalities" para que cada personaje pueda poner punto y final a su lucha. Tres "Brutalities", que son movimientos especiales que acaban de forma atronadora y poco saludable para vuestro contrincante y, por supuesto, los espectaculares "X-Ray Moves" que consumen toda la barra de magia pero son unos segundos tan dolorosos como espectaculares.
Técnicamente es una barbaridad. Las animaciones de los personajes son ultra-realistas. Antes de la pantalla de carga de cada combate, los personajes se miran y se separan para aparecer después en la pantalla en la que lucharán; bien, pues cada personaje mira, se comporta y anda de una forma totalmente diferente al resto, y todo eso aporta un montón de personalidad a los personajes. Los escenarios tienen las mejores texturas, efectos de iluminación y agua de lo que llevamos de generación (sí, por encima de los visto en Killer Instinct). Mortal Kombat X es una genialidad sin precedentes dentro de su género a nivel gráfico.
Sin más, sólo queda recomendar la compra de MKX. Si buscas dedicación y crear profesión de este juego, vas a encontrar laboratorio para rato. Si buscas reventar mandos los domingos con amigos, MKX te dará esa diversión rápida y animal que estás buscando. Sea cual sea el caso, este juego es para ti.