Especial
Edurne nos cuenta sus recuerdos eurovisivos
De Mocedades a Loreen pasando por Lordi, nuestra representante de este año repasa con nosotros sus mejores momentos del Festival
Microsoft ha elaborado un modelo matemático, basado en los datos de búsquedas en Bing y los comentarios en redes sociales, para predecir lo que va a pasar en Eurovisión. Sitúan a nuestra representante en la novena posición. Y, aunque no es un mal resultado, teniendo en cuenta las últimas ediciones, esperamos algo más de Edurne y Amanecer.
Este mismo sistema sitúa como favoritos a los representantes de Suecia e Italia, y por cierto, Edurne también reconoce que el trío Il Volo es uno de sus rivales más complicados.
Edurne tiene muchos puntos a su favor para ganar. Para empezar es mujer, algo que, aunque parezca poco relevante, lo es si tenemos en cuenta el historial de Eurovisión en el que son ellas las que más veces han ganado. Además, triunfan, sobre todo, las canciones melancólicas, y la de Edurne lo es. Además, el bombo ha determinado que su actuación esté en la segunda parte del certamen y ya se sabe que cuanto más al final, mejor se recuerda el tema a la hora de votar. De momento, los ensayos, han sido de lo más satisfactorios.
Si en el primer ensayo lució un vestido largo de un llamativo color rojo que se quitaba en medio de la actuación para quedarse con otro dorado, en el segundo ensayo, hubo cambios. Su vestido se convirtió en tema de interés general esta semana y hay muchas expectativas por conocer por cuál optará finalmente.
Aunque no se declara una seguidora fanática de Eurovisión, reconoce que es imposible no tener recuerdos del Festival. Como nos ha contado en el vídeo de arriba, la puesta en escena que más le ha llamado la atención fue la de Lordi, Loreen fue una de las que más le impresionó, Mocedades forma parte de sus primeros recuerdos y vivió con gran ilusión, como millones de españoles, la actuación de Rosa López.
Desde los40.com no podemos más que desear lo mejor a Edurne y esperar a que su talento se vea recompensado. Hacer un buen papel basta, lo de ganar, ya es otra historia en la que juegan otros intereses.