Colgó los hábitos por mantener relaciones con el jardinero del convento

Ana era monja de clausura y cometió el peor de los pecados

Ana en su época de monja de clausura acabó cometiendo el peor de los pecados: mantener relaciones sexuales con el jardinero del convento.

Lo que comenzó como una amistad con un hombre casado y con hijos, acabó en deseo sexual. A partir de ese momento Ana colgó los hábitos y se fue a vivir con él.

¡Vuelve a escuchar el momentazo de la noche de No Te Cortes!