Julia Roberts comenzó su andadura como actriz con títulos menores a finales de los 80 pero fue Mystic Pizza la que la llevó a ser reconocida mundialmente, después Magnolias de Acero y en el año 90 Pretty Woman. Y es que hace 25 años que la que fuera coronada Novia de América alegra al mundo con esa sonrisa tan franca y que tantas alegrías le ha dado.

Si en los 90 sería reconocida por comedias tontorronas pero con un trasfondo bastante duro como La Boda de mi Mejor Amigo o Notting Hill, sería en la década de los 2000 cuando descubriríamos a una actriz con una potente vena dramática en papeles como el de Closer o el que le llevaría a alzarse con el Oscar, el de Erin Brockovich.

Sea como fuere la actriz ha conseguido hacerse con un  hueco en el corazón de todo el mundo y, ahora, tras el parón que supuso la maternidad de sus mellizos, ha vuelto al trabajo con más fuerza que nunca y con papeles muy estimulantes. Seguro que todavía tiene cuerda para rato.