Demonios o caníbales, ¿qué prefieres?
Dos series muy sanguinarias que te dejarán gustosamente aterrado
No podemos decir que la sangre sea un problema para los productores de Penny Dreadful o Hannibal. Hay auténticos festivales de este simpático líquido rojo a costa de las masacres que acaban con las más inocentes personas totalmente degolladas y descuartizadas.
Dos series en las que las carnicerías no son solo lugares donde comprar unas chuletas de cordero y donde los más miedosos se pasarán más tiempo con las manos tapándose los ojos que disfrutando de ellas.
Penny Dreadful (Showtime) pertenece al género fantástico de terror. Se adentra en el Londres del siglo XIX para vivir una emocionante (y espeluznante) historia de caza de brujas y posesiones demoniacas.
Hay que decir que esta serie, que se encuentra en su segunda temporada, posee una factura propia de una producción de cine. Los efectos especiales están muy logrados y luego no cae en los tópicos tan recurrentes (y estúpidos) de series y pelis de este género: no todo se soluciona clavando una estaca en el pecho ni tampoco nos encontramos pastelosas relaciones amorosas entre seres del más allá.
El reparto es otro acierto de Penny Dreadful. Encabezado por Josh Hartnett (el guapo de Pearl Harbor) y Eva Green (una musa que clava su interpretación) cuenta también con Timothy Dalton, Reeve Carney, Harry Treadaway y Helen McCrory. En España está disponible a través de Movistar Series.
La serie gana cuando tiene ese punto de aventura, cuando los demonios, brujas, fenómenos paranormales… entran en acción. Es cuando nos deja boquiabiertos. El problema es que, a menudo, se hace excesivamente lenta, lo que hará que muchos se aburran y la abandonen.
Hannibal es, si cabe, más lenta aún, pero es una serie que se disfruta más porque tiene justo el tempo que precisa. Esas pausadas conversaciones entre el doctor Hannibal Lecter -psicólogo de profesión y caníbal en sus ratos libres- con sus pacientes o con el FBI son crema.
La serie es condenadamente desagradable (no la veáis comiendo) y seductora a la hora de presentar los crímenes y asesinatos: todos guardan una estética cautivadora, el asesino quiere expresar algo con ellos. Todo un thriller psicológico en el que encontramos pocos personajes, pero muy complejos y cuya evolución nos deja pegados al sofá. No hay nada simple en Hannibal: nadie es exactamente lo que aparenta ser. Una de esas series que te rompe la cabeza, del estilo True Detective, para entendernos.
Acaba de arrancar su tercera temporada en AXN, canal que encontraréis en distintas plataformas de pago y que ha puesto a disposición todos los capítulos de la serie para los que aún no hayan visto nunca esta gran ficción.
Y respondiendo a la pregunta del titular… Si el caníbal es como el doctor Hannibal Lecter, yo no tengo dudas de qué prefiero.