Paul Rudd, el próximo Ant-Man, esconde muchos secretos

El actor ha destapado su estrella en el Paseo de la Fama el pasado fin de semana

Para muchos su cara resulta conocida por haber sido un secuendario habitual en muchas superproducciones hollywoodienses, a otros directamente ni les suena. Paul Rudd es uno de los actores que más dará que hablar este verano pues es el encargado de dar vida al nuevo superhéroe de la factoría Marvel, Ant-Man, en la película que llega a los cines españoles el próximo 24 de julio.

A sus 46 años ha conseguido destapar ya su estrella en el Paseo de la Fama de Los Ángeles. Su primer papel relevante llegó en los 90 con Fuera de Onda y desde entonces no ha parado de trabajar tanto delante como detrás de la cámara. Y aunque su edad no sea la habitual entre los actores que encarnan a superhéroes y tienen que hacer frente a rodajes plagados de escenas de acción la realidad es que aparenta muchos menos años de los que dice su partida de nacimiento.

Lejos del glamour de ciudades como Nueva York o Los Angeles, el actor se crió en Passaic, un pequeño pueblo de Nueva Jersey. Desde allí estudió después arte dramático en la universidad de Oxford y a partir de 1995 empezó a aparecer en comedias adolescentes y en televisión. Su papel más recordado en la pequeña pantalla fue el de novio de Phoebe en la serie Friends, el cual terminaría por casarse con el excéntrico y divertido personaje.

Su vis cómica le ha llevado a ser parte integrante de la factoría Apatow, ejemplo de la nueva comedia estadounidense. Así ha aparecido en Virgen a los 40, Paso de Ti o la versión americana de La Cena de los Idiotas. Ahora, a punto de subir el telón en su interpretación de Ant-Man, el superhéroe capaz de reducir su tamaño y mantener una fuerza sobrenatural, seguro que su cara se convierte en una de las más conocidas por méritos propios.