Especial
¡4 Razones para disfrazarse en Halloween!
¿Te da pereza o crees que estás mayor? ¡Vegüenza fuera!
Halloween de 2006, 2007, 2008, 2009…Y así, hasta 2015. ¡Ya está bien! ¡Vamos a quitarnos la careta ya! O en este caso ponérnosla. Un año más Halloween asoma en cuanto octubre hace acto de presencia y cada año aparecemos con las mismas muletillas, “Qué pereza” o “Ya estoy mayor para disfrazarme…”.
Pero todo esto se acabó, nosotros te traemos una pequeña lista de motivos por los que disfrazarte este Halloween. Quizá no existan fuentes oficiales de ningún tipo que corroboren nuestra información, pero estamos seguros que todos nuestros argumentos son más que válidos y que tú también te acabarás disfrazando este año.
La otra posibilidad que te ofrecemos para empaparte de este día tan especial, es la de viajar a su país de origen en busca de tu Halloween perfecto. Algo que podrás al mejor precio gracias a los descuentos en viajes que encontrarás en nuestra web.
DEJA DE DISIMULAR
Seguro que te acuerdas de cuando empezaste a fumar, ¿verdad? Tenías que llegar a casa recién perfumado, con chicles y con el tabaco escondido en algún compartimento de la sudadera, tenías en definitiva que disimular tanto que acabaste confesando. Pues bien, este año será el año de tu confesión de Halloween. Siempre te ha “dado pereza” o eran “cosas de niños”, pero cada lunes después de Halloween la oficina se ha convertido en un hervidero de anécdotas e historias y este año tú no te las quieres perder.
Así que querido amigo lo tienes muy fácil, sal del armario de los disfraces y empieza a disfrutar de los trajes, las bromas y el lado más salvaje de la fiesta de Halloween. ¡Eso sí! Ten cuidado no vayas a pasar de ignorar el día de Halloween a ser el centro de las conversaciones en la oficina el lunes…
ESE CHICO O CHICA
A veces cuando se trata de ligar no somos muy listos y otras veces somos tontos del todo. Por eso y para darnos la razón, te queremos plantear este Halloween como la oportunidad perfecta para acercarte a la chica o chico con el que sólo te cruzas un “buenos días” pero que todo el mundo sabe que os gustáis. Puedes ir disfrazado de La Momia o de cualquier personaje que lleve la cara medio tapada, la finalidad del disfraz es evitar la vergüenza de ir a hablar con él o ella.
Será como ligar por Facebook o cualquier red social que te evite tener contacto visual directo, aunque debes recordar que aunque no te vea la cara, tú sigues ahí, así que no tardes mucho en pensarte las respuestas. Además, las fiestas de disfraces tienen un componente único y es que todo el mundo ha perdido la vergüenza antes de entrar, por lo que todo será más fácil a la hora de entablar una conversación con esa persona. Si la cosa no cuaja, no te preocupes, siempre podrás decir que tú no eras el que iba debajo de ese disfraz.
“TENÍA EL DISFRAZ PENSADO DESDE...”
Desde el día siguiente al Halloween del año pasado. Así eres tú, de los que no pierde un segundo en empezar a planear los eventos y sin duda, este es uno de los más importantes del año. También puede que lo empezases a pensar el día que viste ese disfraz en Internet y supiste que sería tu próximo disfraz de Halloween, o simplemente desde que leíste el párrafo anterior y decidiste que sí, que este año habría disfraz. Sea cuál sea el disfraz que tienes pensado lo mejor es que te pongas ya manos a la obra y le des caña. Sólo una pequeña recomendación, abstente de llamar a los creadores del “León come gamba” o del “Ecce Homo” a la hora de idear tus creaciones.
ES EL MOMENTO DE HACER AMIGOS…
Te has cambiado de trabajo y/o ciudad y uno de los del departamento de cuentas de tu nueva empresa va a hacer una fiesta en su casa, a la que por supuestísimo estás invitado. En principio, “no te apetece mucho” y “bla bla bla”, pero no te queda otra que ir y es que en un trabajo nuevo, la sociabilización es realmente importante. Al final, acabas bajando a la tienda de disfraces y comprándote ese traje de Freddy Krueger que tanta gracia te hizo, llegas a casa te lo enfundas y pones rumbo a la casa de tus nuevos amigos.
Llegados a este punto sólo pueden pasar dos cosas, la primera es que te aburras y vuelvas a tu casa a las dos horas, rascándote la cara por el picor del maquillaje y algún que otro pequeño sarpullido por el traje. Y la segunda y más probable, que tu rito de iniciación acabe contigo bailando algún hit noventero encima de la mesa del comedor del de cuentas y diciéndoles cuanto les quieres. Aunque les conociste el lunes. Sin duda es el momento para hacer amigos y si puede ser de los del departamento de recursos humanos mejor, pero no digas que Halloween no fue un momento perfecto para integrarte en la empresa.