Daniel Radcliffe se enamoró trabajando

Lo ha confesado en una entrevista con la edición estadounidense de Playboy

En 2013 Daniel Radcliffe estaban rodando Amores asesinos, una peli en la que retrocede a los años 40 y como universitario bohemio de la generación beat se ve involucrado en un asesinato. En aquella película trabajó Erin Darke en el pequeño papel de Gwendolyn y como asistente de producción y, por aquel entonces no tenían más relación que la profesional.

El actor asegura que no estaban saliendo cuando rodó la escena en la que ella le da trabajo en una biblioteca, pero aquel momento sí se ha convertido en su recuerdo de la primera vez que empezaron a coquetear. Así lo ha confesado en la edición norteamericana de Playboy, “hay un momento en el que me hace reír y me estoy riendo como yo mismo, no como mi personaje. Ella era increíblemente divertida e inteligente. Supe que tendría problemas”, asegura.

Al año siguiente comenzaron una relación que todavía mantienen, de hecho, ya se han sumergido en sus respectivas familias. De hecho, tanto Erin como sus padres ya saben lo que es invitar a casa a una mega estrella. Lo hicieron la pasada Navidad. Daniel acompañó a su chica a su ciudad natal, Detroit, durante las vacaciones de invierno.

Las navidades no fueron del todo relajadas. “Estábamos sentados en el salón de su padre y sonó el teléfono”, relata Daniel, “dijo, ‘es el Detroit Free Press’, llamaban para preguntar por el rumor de que habíamos ido allí para casarnos a orillas del lago Michigan. Lo genial es que consiguió el número porque era suscriptor”. En aquella casa, todos se lo tomaron con humor, “me sentí muy mal aunque afortunadamente ellos lo encontraron divertido”, asegura.

Daniel acabó leyendo los artículos que se publicaron sobre aquel viaje a Michigan porque, según él, los periodistas locales fueron muy amables con él. “Normalmente no leo artículos sobre mí pero leí todos esos porque fueron tan agradables: ‘él comió en el (restaurante) Bob Evans, compró una camiseta en el centro de Flint…’”.