Electric Nana: “Quiero diversión, alegría y conexión con la gente”

Habló con Tony Aguilar de la culminación de su sueño

A Mónica Vázquez hay que llamarla Electric Nana, que es su nombre artístico, pero para muchos también empieza a ser conocida como “la chica de las flores en el pelo” o “de la sonrisa constante”. Su imagen folky y su arrolladora simpatía cada vez están más cerca del gran público, y se lo ha tenido que currar: aunque la conocimos colaborando con Carlos Jean en Lead the way (número uno de nuestro chart en 2011), este año ha conseguido poner en circulación su primer disco como solista (To life!); rodar en verano con la Gira 40 Hot Mix; debutar en Del 40 al 1 Coca-Cola con su primer single, Won't stop; regresar ahora con el segundo, The one I want; abrir algunos conciertos de la gira de Alejandro Sanz; y aspirar a uno de los Premios 40 Principales 2015 en la categoría de Mejor Artista Revelación en 40. Ahí es nada.

Como le contó a Tony Aguilar en la última edición de XTRA, la madrileña ha vivido este proceso ascendente con gran ilusión. “Para mí significó mucho poder decir que por fin tengo un huequito en la industria, en el mundo y en las casas de los demás”, dijo. Y lo ha logrado con un sonido sin etiquetas, entre el pop, la música indie y el folk; una mezcla inclasificable de la que su nuevo éxito es una muestra perfecta. “The one I want representa mejor el espíritu del disco y lo que quiero hacer con los directos: esa diversión, esa alegría y esa conexión con la gente”, afirma.

El contacto con el público es una de las bazas que mejor sabe jugar. Prácticamente no se baja de los escenarios. Este mes de noviembre llevará su música a Guadalajara (día 14), Sevilla (19), Málaga (20) y Córdoba (21). Tiene fechas confirmadas hasta para marzo del año que viene. De su gira, sus canciones, sus sensaciones y de muchas cosas más habló con Tony Aguilar en esta suculenta entrevista que culmina, además, con un jugoso regalo en formato acústico (sí, también se le da bien transformarse en Acoustic Nana). Y todo, con ese optimismo contagioso que se ha convertido en marca de la casa.