Yo quiero ser tan elegante como Maxi Iglesias
El joven actor, que tiene nuevo proyecto, es ya todo un gentleman
Si la elegancia viniese marcada por vestir un determinado tipo de ropa o llevar una estética concreta, todos podríamos hacer gala de una elegancia estándar, todos podríamos meternos en la piel de un James Bond capaz de matar o de enamorar sin despeinarse ni arrugar su esmoquin.
Pero la elegancia es una condición innata, tanto en chicos como en chicas. Una forma de moverse, de mirar, de manejar los tempos en la conversación, de estrechar la mano o de dar un beso de despedida. La elegancia es alcanzar la perfecta armonía entre la persona y todo aquello que la envuelve y sirve de tarjeta de presentación hacia los demás.
En Maxi Iglesias descubrimos a uno de los jóvenes más naturalmente elegantes del panorama audiovisual español. Bien de vaqueros y camiseta, bien de americana y zapatos. Maxi posee el encanto del hombre que se enfrenta a su alrededor con una mezcla de misterio e indiferencia.
Esta semana, Atresmedia presentaba su nuevo canal -Atreseries- del que Maxi será uno de sus primeros rostros. En el cóctel celebrado para la presentación de dicho canal, Maxi aguardaba al fondo, charlando con unos pocos. No es un chico que se mueva en los epicentros de estos saraos. Hay que buscarlo en los laterales, en los rincones. Allí estará Maxi Iglesias conversando tranquilamente y acompañando la charla con alguna seductora sonrisa.
De mayor, yo quiero ser tan elegante como lo es Maxi Iglesias. Con una altura que debe superar el metro ochenta y cinco, buena planta y ojos hipnotizadores, Maxi acudió a este evento vestido con una sencilla, pero elegantísima propuesta. Ceñida camisa y ajustados pantalones negros, rematado con unos refinados zapatos de ejecutivo. Perfectamente podría emular a Don Draper en Mad Men o a Harvey Specter en Suits, pero ahí lo que pegaba es que Maxi hubiera dicho aquello de "Me llamo Bond, James Bond" y disparar.
Durante toda la velada pensé en que Maxi terminaría pidiéndose un Dry Martini -"shaken, not stirred"- desde algún lugar discreto del hall del hotel donde se celebraba la presentación. Pero tocaba hacer entrevistas, contestar preguntas -algunas muy idiotas, por cierto- y departir con unos y otros.
Me confesó que, paradójicamente, su personaje en La Embajada (nueva serie que Maxi empezará a rodar en unos días, de los creadores de Velvet) es de los que visten con menos estilo. No será un problema para Maxi dotarle de cierta distinción, le bastará con mirar a cámara y esbozar una sonrisa. Porque la elegancia no va con el personaje, ni con la ropa. Es una cuestión de carácter. Es algo que este chico tiene. Yo quiero ser tan elegante como lo es Maxi Iglesias.