Por qué estar solo a veces es mejor de lo que piensas
Consigues conocerte mejor, conectar contigo mismo y dejar de dar explicaciones, entre otras cosas
Cuando rompes con tu pareja, cuando te mudas a una ciudad nueva solo/a, cuando tienes que enfrentarte a grandes retos o a los problemas del día a día... o simplemente porque lo has decidido así. Hay momentos en la vida por los que tenemos que pasar solos y ni la familia o lo amigos pueden hacer mucho para ayudarnos.
La soledad es muchas veces temida pero en ocasiones puede ser terapeútica. Estar solo no es tan malo como lo pintan, de hecho, muchas veces es justo lo que necestiamos. Cuentan en Buena Vida de El País que Darwin rechazaba todas las invitaciones a fiestas. Y del aislamiento nació el primer ordenador Apple.
¿Por qué es bueno estar solo?
1. Aprendes a conocerte. Sabemos que has vivido toda la vida contigo mismo pero al estar solos, llegamos a conectar mucho más con nosotros, además de tener la oportunidad de pensar, abrir nuestra mente, ser imaginativos, relajarnos y estar abiertos a experiencias nuevas.
2. Conseguimos ser más independientes e ingeniosos. Al no tener a nadie cerca, aprendemos a gestionar las situaciones por nosotros mismos. Una persona que está siempre rodeada de gente es probable que pida ayuda a un amigo para colgar un cuadro, quitarle los virus del ordenador o echarle una mano con la mudanza. Sin embargo, todas estas situaciones podemos gestionarlas nosotros mismos si no nos queda otra y a lo mejor nos sorprendemos de lo bien que sabemos montar un mueble de Ikea.
3. Tienes más tiempo para tí. Al estar solo, todo el tiempo que te sobra después de trabajar o estudiar, es para tí, de manera que debes rellenar tus horas de ocio como mejor te venga en gana. Aprovecha para hacer todo lo que te gusta: leer, escuchar música, hacer turismo, ver todas las temporadas completas de tus series favoritas; o todo lo que te gustaría probar: hacer yoga, surf, aprender un nuevo idioma o mejorar el inglés.
4. Nos ayuda a echar de menos y saber quiénes son las personas importantes de tu vida. Es lógico y sano que en el tiempo que pasas solo eches de menos a determinados amigos, novio/a, familiares... eso fortalecerá tu relación con ellos.
5. Pequeños placeres de la vida: tener toda la cama para tí. Y todo el sofá y toda la bañera. Disfrutar del bendito silencio o no dar explicaciones suelen ser también grandes ventajas de estar y/o vivir solo, y sobre todo, ese sentimiento de libertad que te permite hacer, decir, decidir...
A veces la soledad mola...