Mario Casas es adicto al café y también ve Gran Hermano

Mario Casas es un chico que levanta pasiones desde hace ya un buen puñado de años. Aún es joven, tiene 29 años, pero este gallego criado en Barcelona está arrasando en televisión y cine desde hace una década. No solo arrasa, sino que su impacto mediático es cada vez mayor, va creciendo.

Deseado por muchas -y muchos- Mario mantiene una estable relación con la también actriz Berta Vázquez (Vis a vis) desde hace poco más de un año. Ambos se conocieron en el rodaje de la película Palmeras en la Nieve, cinta que ellos dos protagonizan (junto a Adriana Ugarte, Macarena García, Alain Hernández…) y que se estrena este 25 de diciembre.

Metido totalmente en la promoción de esta película, hemos podido conocer algunos aspectos más sobre este chico que, según él, es más normal de lo que nos podemos pensar. Así se lo ha contado a nuestro compañero David Redondo en una entrevista en la Cadena SER. "Si no tuviera que hacer ahora esta entrevista, estaría en casa viéndome alguna serie o con mi familia, con mi hermanito que tiene un año y poco. Soy bastante familiar e intento ser bastante terrenal", explica Mario.

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Un Mario que confiesa que no le gusta vivir en la ciudad y que, por ello vive en el campo. Cuenta que sus padres lo criaron en el campo tanto en Galicia -donde vivió hasta los 6 años- como en Barcelona, donde permaneció hasta los 17, cuando se marchó a Madrid a probar suerte como actor y a formarse en una escuela de interpretación.

Es un chico tan normal, que a Mario le relaja mucho irse al bar que está cerca de su casa y pedir lo que cualquier persona, sin estridencias: "Soy de los que me encanta levantarme, ponerme cualquier cosa e irme al bar que está a tres minutos de mi casa, que me conocen de toda la vida y hablo con todo el mundo. Ese es el tipo de vida que me gusta", cuenta, "Pido café y pincho de tortilla. Lo tomo solo. Además, por las mañanas necesito un punch de cafeína. Amo el café. Me puedo tomar como cuatro o cinco cafés al día".

En esta entrevista, Mario no se queja de los problemas que le genere su popularidad, los asume con resignación: "No creo que sea difícil ser Mario Casas. Como actor, a mí me están dando la oportunidad de cumplir mi sueño y de hacer lo que me gusta. Y me siguen dando la oportunidad año tras año. No es difícil. Yo decidí ser actor, yo tomé ese camino… Nadie me ha puesto una pistola en la cabeza y me ha dicho: tienes que ser actor y la gente te va a conocer. Es parte de ello. Que siendo actor la gente te conozca y te apoye -que es lo que yo siento- no es una cosa difícil".

También habla en la entrevista su hermano Christian, de 23 años. "Mario es una persona muy tranquila, que no le gustan las discusiones y siempre busca que haya un buen ambiente; podría decirse que le enfadan las injusticias o la hipocresía", dice Christian que destaca de su hermano: "su bondad, dar todo a cambio de nada, que en un mal día siempre este él para sacarte una sonrisa y en cuanto a lo profesional, sin duda alguna toda su trayectoria como actor".

A pesar de estar en la cresta de la ola, Mario confiesa que sigue teniendo los miedos de cualquier actor a que, tras dos o tres fracasos, ya no le llamen para seguir encabezando proyectos: "El principal miedo del actor es no volver a trabajar aunque ahora estés trabajando".

Reconoce que le ha molestado un poco que Palmeras en la Nieve no obtenga un mejor resultado en las nominaciones de los próximos Premios Goya. Parte con cinco, todas técnicas y ninguna en categoría de las importantes. Mario cree que en Fotografía o en Efectos Especiales la nominación hubiera sido más que merecida y, en el caso de su chica Berta está totalmente sorprendido: "Hay unos puntos ahí que sí me indignan; creo que la película tiene unas cosas técnicas que se han olvidado y no sé por qué. Ahí si veo injusticia. O como con Berta . Me parece que Berta está de Goya y no ha habido nominación […]No lo he entendido. Me parecía obvio en la categoría de revelación, por el personaje, porque tenía algo muy atractivo… La verdad es que yo lo daba por hecho", se lamenta.

Este chico terrenal también habla en la entrevista de decepciones que se ha llevado con gente cercana y afirma que no ha cambiado "creo que sigo siendo el chaval que estaba en Barcelona antes de venirse de viaje a Madrid a probar suerte. Yo sigo viendo eso dentro de mí".

Y para que veamos lo terrenal que es, Mario Casas también admite ver Gran Hermano: 'Sálvame no lo veo… pero, a lo mejor, algo de Gran Hermano sí he visto. Igual que puedo ver en algún momento algo de Gran Hermano para adormilarme un poco, veo Salvados o veo el debate de El País por internet. Me gusta ver todo tipo de cosas".

Así es Mario Casas, un chico que ya es todo un hombre y para el que los suyo es lo más importante, por encima de trabajo y del éxito: "Si nos vemos en una entrevista dentro de uno o dos años, me gustaría estar feliz personalmente y que no me haya pasado nada grave en mi vida personal. Si uno está bien en lo personal y se siente feliz, después ya vienen las cosas secundarias como el trabajo. Me gustaría decir que soy feliz, como lo soy ahora, y que la gente que está a mi lado está bien".