'Making a murderer': 5 razones para verla

En todos los círculos seriéfilos ya sólo se habla de una cosa, y no es de la fecha del regreso de Juego de Tronos ni siquiera de los locos Globos de Oro. Es de una nueva serie de Netflix a la que medio mundo está enganchado: Making a murderer.
1. Es una serie completamente distinta, documental. Está hecha a partir de material real en la que se mezclan un asesinato, corrupción, abogados muy listos y fiscales mal encarados.
2. Un caso insólito que ocurrió en realidad. El caso de Steve Avery arranca en 1985, cuando es condenado por intentar violar a una prócer de su pueblo. Se pasó 18 años en prisión y en 2003 una prueba de ADN demostró que el culpable había sido otro. Apenas dos años después, Avery es acusado del asesinato de una joven fotógrafa. Y estos son los diez primeros minutos de esta serie de diez episodios.
LOS40 Classic
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3. Usa material de juicios, entrevistas y fotografías reales. Los creadores, Laura Richiardi y Moira Demos, han conseguido crear una intriga real a través de reportajes televisivos, y mucho material que existe en realidad relacionada con los implicados.
4. Hipnóticos personajes. Los más estelares son los abogados de la defensa, dos señores con trazas de padres de telecomedia y el gran villano, el repulsivo fiscal.
5. Heredera de 'Serial'. Este podcast in inglés narra otro caso de un condenado con muchas irregularidades. O eso es lo que nos creemos a pies juntillas oyendo la descripción que hace la seductora Sarah Koering. Tuvo una enorme influencia y arrancó en nosotros el año pasado este gusto por la narración de un suceso real escabroso narrado capítulo a capítulo.












