Más alto que Bunbury, sólo el cielo

Cristina Boscá nos invita a disfrutar de El libro de las mutaciones, lo nuevo de Bunbury

Nada me fascina más que conocer los entresijos del arte, la mecánica de la creación, el procedimiento que hay tras la magia. Por eso, he gozado tanto este making of del Unplugged de Bunbury. Viéndolo, se me han dilatado las pupilas, me he sorprendido pegada a la pantalla agudizando todos los sentidos deseando no perderme ni un sólo detalle.

Con ese gusto que da el sentirte espectadora privilegiada de algo único, medio espía, medio ladrona, de una experiencia que no te pertenece. Me he sentido infinitamente agradecida al que es uno de los primeros artistas que me conquistó.

Honesto, mágico, un genio en cada uno de sus movimientos, también en los que da fuera del escenario. Entiendo este Unplugged, no como una consagración como lo ha sido para otros grupos o artistas, sino como una nueva capa, una nueva fase de esa mutación constante que es Bunbury, tal y como bien define el título.

Una obra con colaboraciones mágicas, como la de Vetusta Morla, mi preferida, en la que Bunbury se mimetiza y parece uno más del grupo o esa revisión vaporosa y etérea, de La chispa adecuada, una de las canciones más importantes de su carrera, con León Larregui.

Imprescindible vivir la experiencia y bucear en la atmósfera de El libro de las mutaciones, el Unplugged de Bunbury, ya a la venta y pronto girando por el mundo.

Más alto que Bunbury, sólo el cielo.