Especial
Cristina Pedroche se marcha de España y confiesa estar "harta"
La presentadora, que se va a grabar Pekin Express, ha estallado contra los que vierten mentiras sobre ella
Cristina Pedroche está feliz y, al mismo tiempo, enfadada. Un estado emocional definido por esta singular paradoja producida por las noticias y una y otra vez la tienen a ella como protagonista.
Está feliz porque se marcha de España, porque pone rumbo a la grabación de la nueva temporada del reality de supervivencia Pekin Express. Será la segunda vez que se ponga al frente de este programa y tendrá como reto el pulir los defectos que mostró en la pasada edición -fue su debut como presentadora- y lograr mejorar la audiencia de Pekin Express; aunque esto último dependerá de muchos factores, como en la cadena que lo emita. Aún no se sabe si será Antena 3 o laSexta.
Más allá de esta aventura profesional que la obligará a abandonar España durante unas semanas y, por tanto, su rol en Zapeando, a Cristina Pedroche su viaje por los territorios salvajes en los que se grabará este programa le servirá para desconectar; para dejar Google a un lado.
Y es que la vallecana ya se ha cansado. Se ha hartado de que se utilice su nombre para cualquier cosa y, sobre todo, de que se tergiversen sus palabras o que se publiquen mentiras sobre ella.
Esta es la queja que Cristina Pedroche ha convertido en post en su blog de la revista ¡Hola!: " No me gusta tener que dar explicaciones de todas las mentiras que se inventan, sólo porque ahora hablar de mí da visitas.¡¡Estoy harta de no poder decir nada sin que se saque todo de quicio!!", escribe en el blog.
Pedroche lamenta que haya tanta gente que le escribe en redes sociales para "hacerle daño" y confiesa que salir de España, aunque sea por motivos laborales, va a ser un alivio: "En el fondo me alegro de desaparecer un tiempo para grabar Pekín Express… ¡aunque a ver cuántas mentiras se inventan en este tiempo!"
Mentiras, asegura, como las que se han venido publicando en las últimas semanas sobre su vestido de las campanadas, su nuevo piso, su ideología política… "Ni me compro casas de millones de euros, ni cobro esos pastizales por hacer un anuncio, ni el vestido de Nochevieja valió 200.000 euros" .
Enfadada, pero feliz. Y así es como termina este post en su blog: "SOY FELIZ porque no hace daño quien quiere sino quien puede".
Esperamos que estos días de grabaciones fuera de España le sirvan para cargar pilas, desconectar de todo cuanto se dice y se publica de ella y vuelva con toda la fuerza y positivismo que la caracteriza.