Así es Life is Strange
Un soplo de aire fresco en forma de aventura gráfica
Hemos descubierto, gracias a su re-edición en formato físico, una de esas joyas que puede haberse escapado a los ojos de muchos en un mercado tan centrado en los juegos "triple A". Life is Strange es ese soplo de aire fresco que la industria pide de vez en cuando y que los presupuestos no siempre conceden.
Recuerda bastante a Heavy Rain en esencia; una aventura gráfica en la que las decisiones son sumamente importantes ya que de ellas depende el desarrollo de la historia. Podemos tener a la gente a favor o en contra, robar algo o no, intervenir en una conversación o no... casi cualquier escena de un guión ramificado es susceptible de nuestra participación.
La principal diferencia con Heavy Rain es que en Life is Strange interviene lo "paranormal" y existe una mecánica para ir atrás en el tiempo que permite revertir la última decisión y explorar nuevas vías, lo que hace que no sintamos el filo de la espada contra nuestra garganta de forma tan intensa como ocurriera en Heavy Rain, aquí tenemos la opción de corregir; ahora bien, una vez decidamos y avancemos con ello, la decisión estará tomada.
Life is Strange cuenta la historia de Max, una chica recién aterrizada en un campus/instituto para estudiar fotografía. En la primera secuencia del juego despierta de un sueño extraño y pocos minutos después descubre que tiene la capacidad de dar marcha atrás en el tiempo para cambiar el curso de la historia.
El juego invertirá un episodios en presentar los personajes y en insinuar cual es la "trama principal" de la historia, de la cual no queremos advertir aquí puesto que estaríamos reventando casi los dos primeros episodios. En cualquier caso, pese a tener su buena carga dramática, el argumento tiene un trasfondo adolescente mucho más distendido y fácil de masticar que el thriller psicológico que presentara Heavy Rain en su día.
Técnicamente delata una producción de bajo coste para aquellos que estamos más puestos en este mercado pero, sin embargo, hace maravillas con una dirección artística soberbia para suplir la carencia de recursos. Texturas y construcciones no muy trabajadas que confían en el uso del color para generar un buen resultado, iluminación potente y efectista como recurso narrativo que también viste mucho las secuencias dotándolas de gran ambiente. De algún, un hándicap como puede ser la falta de recursos, se ha convertido en un punto a favor al poner a prueba a un equipo creativo que ha dado lo mejor de sí.
Y luego está la banda sonora, que es una pasada. Qué pocas veces hemos visto un videojuego con nombres como José Gonzalez, Bright Eyes o Syd Matters como acreditados en su banda sonora (amén de buenas canciones compuestas para la ocasión por Jonathan Morali). Claro, esto viene por el rollito adolescente que comentábamos antes; que de vez en cuando la prota se pone los cascos para pasar del mundo y esa es la música "acustiquilla" molona que lleva en su ipod. El tema es que la música también engrosa el "caché" de este Life is Strange y termina de conformar una estupenda "serie interactiva" de cinco episodios que podréis y querréis jugar varias veces.
Aprovecha y píllalo ahora que sale en formato físico a precio de oferta. En el pack te llevas la banda sonora y un librito de arte, además. Life is Strange vale mucho la pena.