Cuando Beyoncé canta para agitar conciencias
La cantante destapa con su nuevo single una vieja herida para el pueblo americano
Beyoncé lanzó Formation el pasado sábado 6 de Febrero con la clara intención de dar a conocer su nuevo single de cara al Half Time de la Super Bowl, pero también para lanzar un mensaje al mundo: los conflictos por violencia racial en Estados Unidos no son cosa del pasado, y reabre así una herida que ha provocado que hasta Obama aparezca en televisión mostrando su apoyo a la comunidad negra y su lucha contra la brutalidad policial.
El año pasado se produjeron 1.089 muertes a manos de las fuerzas del orden en Estados Unidos, y las estadísticas son demoledoras: cada día, mueren tres personas a manos de agentes de policía. Casos como el de Tamir Rice, un niño de 12 años que perdió la vida, a manos de un policía, en Cleveland (Ohio), porque jugaba con una pistola de agua y el agente se vio amenazado o el de Samuel DuBose, en Cincinati, que murió a balazos dentro de su coche por no llevar matrícula, son los casos que dan motivos a plataformas como #BlackLivesMatter para alzarse en protesta contra la brutalidad policial con el pueblo afro.
Beyoncé, que apoya muchas de estas campañas, ha decidido volver al panorama musical con una pieza que pone de manifiesto sus raíces: "My daddy Alabama, momma Louisiana, you mix that negro with that Creole make a Texas bama" (Papi es de Alabama, mamá de Louisiana, un mix de negro con americano eurodescendiente , soy una mezcla texana). "I like my baby hair with baby hair and afros I like my negro nose with Jackson Five nostrils" (Me gusta mi bebé con su pelo de bebé afro, me gusta mi nariz negra con los agujeros a lo Jackson Five).
Además, en el videoclip aparecen varias referencias a las manifestaciones y protestas en los pueblos donde la comunidad negra es víctima de un cáncer llamado ignorancia. A Europa nos sigue llegando la visión distorsionada de una América que convive con la interracialidad sin problemas: hasta el presidente es negro! Pero lo cierto es que los tiempos del apartheid sembraron un miedo y una ignorancia que sigue latente en buena parte del pueblo americano.
La música, en este caso, se convierte en el arma de sinceridad que la mitad de américa quiere disparar y que la otra mitad quiere silenciar.