Halsey confiesa que intentó suicidarse con 17 años
La amiga de Justin Bieber sufrió bullying
Halsey se ha convertido en una de las nuevas estrellas del público teen que transmite una seguridad en sí misma que sirve de ejemplo para las hordas de jovencitas que la siguen con fe ciega. Lo suyo es actitud sobre el escenario y pudimos comprobarlo hace unos días en Barcelona donde colgó el cartel de entradas agotadas.
Se ha convertido en una de las buenas amigas de Justin Bieber y les hemos visto, incluso, cantar juntos y compartir escenarios. Pero todo ese aurea de gran artista que cree en lo que hace y convence choca con las declaraciones que acaba de hacer a la revista Billboard en las que deja traslucir una complicada adolescencia.
La cantante ha confesado que intentó suicidarse con 17 años, una experiencia que marca a cualquiera. “Intenté matarme. Era una adolescente, no sabía lo que estaba haciendo. Cuando tenía 17 años me metieron en el pabellón de niños, que era aterrador. Allí estuve con niños de 9 años que también se habían intentado suicidar”.
Reconoce que sufrió bullying por ser bisexual y llevar el pelo corto y de colores. Ese último año de instituto estuvo ingresada en un hospital psiquiátrico en el que le diagnosticaron un trastorno bipolar. Por si fuera poco el amor tampoco se puso de su lado, “estaba enamorada de un chico. Yo tenía 17 años y él 23, pero tenía una seria adicción a la heroína”.
Una adolescencia que nadie querríamos pero que ella superó gracias a la música. “El día que me fui del hospital estaba en el coche escuchando Imagine Dragons. Fue el mejor momento para mí porque no sabía lo importante que la música era para mí antes de aquello”, reconoce.
Y se centró en eso, en la música, y publicó un primer álbum llamado Badlands que ha enganchado a millones de adolescentes que han encontrado en New Americana un nuevo himno generacional. Eso le ha servido como terapia, “puedo tener el peor día de mi vida, odiar mi cuerpo, creer que estoy gorda o que no soy nadie, pero tan pronto como escucho las primeras notas de alguna de mis canciones, todo eso se desvanece”.
Aunque ha empatizado con la gente más joven su música tiene un punto más adulto. Lo importante es que se ha convertido en el centro de su vida y un medio para auto aceptarse, “todo lo que odio de mí misma desaparece cuando salgo al escenario. Por eso me aferro tanto a ello, porque me aleja de querer suicidarme”.