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¿Qué vas a escuchar si entras en una discoteca ‘light’?
Las sesiones de tarde se mueven con su propio ritmo
Sobre todo, reggaeton. Y, después, dembow (un pariente del anterior). Y un poco de hip hop e, incluso, algún artista marroquí como Saad Lamjarred, una estrella de masas en su país.
Esto es lo que suena en la sesión light de la Discoteca Intime de Barcelona los sábados entre las 16.30 y las 21.30 horas. No hay alcohol pero sí mucho ritmo. Y una pista donde lo que triunfa es el perreo (“más que en las discotecas de adultos”, explica el jefe de sala, Jonatan Parés). También, los temas de artistas como Nyno Vargas, Farruko o Nicky Jam, que invitan a enamorarse a la vez que a bailar.
Parés también desvela las músicas 'prohibidas' para la generación light: Pop rock. Y el tecno y el house “ya apenas se piden”.
El fenómeno de las sesiones +14 sigue más allá. En Madrid destacan Kapital (Kapital Young) o Joy Eslava (Joy Light). El Dj Willy Alcocer es el DJ residente de la segunda pero ha pinchado ocasionalmente en la mayoría de ellas.
“Hace años, al principio de la tarde se oía mucho pop español, grupos como El Canto del Loco o Pereza. Hoy el reggaeton y el electrolatino se lo han comido", explica. La música de los artistas españoles que aún suenan, como Juan Magan o José de Rico, miran más allá del Atlántico.
Pero en la discoteca de Alcocer, Joy, el reinado de lo latino —que es amplio— tiene que compartir trono con otros estilos. Tras unas primeras horas de calentamiento a base de reggaeton, funk o grandes éxitos del mainstream (Rihanna, Shakira…) llega el turno para el EDM, esa electrónica accesible y coreable que practican David Guetta, Steve Aoki, Axwell & Ingrossoo o Avicii. El género se alterna con el dance de Basshunter, ItaloBrothers (su canción ‘Sleep when we’re dead’ es el levantapistas de la temporada) o la única mujer del grupo, Cascada.
¿Alguna diferencia con la música que se pincha en las sesiones de adultos? "En las de adultos la gente no va tan rabiosamente a bailar como en las de tarde, donde no hay alcohol y los chicos, nada más entrar, corren a la primera fila. Quieren ver un espectáculo. Y no paran de saltar". Algo que, traducido en música es: "La electrónica de las sesiones light es más fuerte, más de botar, más bestia, más cañera. La de noche es, digamos, de bailotear. Y con alternancias para que la gente, si quiere, se tome una copa entre medias". Esos paseíllos a la barra marcan la diferencia.